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ASUNCIÓN.- No existe ningún argumento legal y válido para que el Senado tenga intervención en el proceso de licitación y construcción del brazo Aña Cuá en la Hidroeléctrica Yacyretá. Sin embargo, disidentes y opositores insisten en meter las narices, aunque el Anexo B del Tratado exige solamente la aprobación del Consejo de Administración en esos casos.
¿Cuál es el interés de los senadores en participar del proceso de maquinización del brazo Aña Cuá?. Alguno podría pensar que por ahí, escondida, hay alguna veta a la que estos sacrificados “próceres de la Patria” querrían meter mano, aunque resulta más fácil pensar que, en realidad, lo que quieren es seguir haciendo lo mismo que desde hace 4 años, torpedear al gobierno y trabajar cualquier posibilidad de que la imagen del presidente Horacio Cartes resulte beneficiada.
En la página web de la Entidad Binacional Yacyretá se aclara que el Anexo B del Tratado, dice que “las obras descriptas en el presente anexo podrán sufrir modificaciones, previa aprobación del Consejo de Administración de Yacyretá, cuando (hayan) existencias técnicas que se verifiquen durante la elaboración del proyecto y ejecución de las obras o cuando requerimientos del mercado energético así lo aconsejen”.
Si a esto agregamos que la financiación de los trabajos correrá por cuenta de la entidad, no queda claro para qué china el Congreso tendría que dar su aprobación, ya que ni siquiera se utilizará dinero de las arcas del Estado paraguayo.
Además, la construcción de la obra solamente acarreará beneficios para nuestro país, comenzando por la cantidad de agua que en este momento se está tirando desde una altura de 21 metros, y que será utilizada con la maquinización de la central de 270 megavatios.
Además, la construcción implicará la modernización y ampliación de la central de la obra, lo que implicará mayor producción de energía y un importante número de fuentes laborales para trabajadores y empresas de ambos países.
Por si todo esto fuera poco, la maquinización de Aña Cuá sería muy conveniente para nuestro país a fin de cubrir una parte de las demandas futuras del Sistema Eléctrico nacional, que cada vez se ve más exigido por el alto consumo de energía por parte de la población paraguaya
