ADN Digital
Artículos relacionados
WASHINGTON.- El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó ayer viernes en un breve tuit matinal que las negociaciones encaminadas a desactivar la disputa comercial con China “van muy bien”.
Tanto los observadores como los inversores dudan, sin embargo, de que Estados Unidos y China puedan concluir rápidamente un acuerdo comercial que ponga fin a la guerra de las tarifas entre ambos países, tal y como prometió Trump tras la reunión con su homólogo chino Xi Jinping en Buenos Aires.
Este jueves, y tras algunos días de incertidumbre, el gobierno de Xi Jinping confirmó que aplicará los acuerdos pactados durante la cena entre el presidente chino y Trump en Buenos Aires, para reducir las barreras arancelarias mientras continúan las negociaciones bilaterales.
“China implementará inmediatamente el consenso que ambas partes alcanzaron sobre productos agrícolas, energía, automóviles y otros artículos específicos”, dijo a periodistas el vocero del ministerio de Comercio Gao Feng.
Esta declaración se produjo cinco días después de la reunión de los dos presidentes en el marco de la cumbre del G20 en Buenos Aires, destinada a apaciguar la guerra comercial entre las dos primeras economías mundiales.
Además, también se pronunció después de que se eleve la tensión bilateral, al conocerse el arresto en Canadá de una alta ejecutiva de la firma Huawei, acusada por Estados Unidos.
EUROPA DEBERÍA ESTAR PREOCUPADA, AFIRMAN
BRUSELAS. La Unión Europea debería estar preocupada por Huawei y otras compañías de tecnología chinas debido al riesgo que representan para la industria y la seguridad del bloque, dijo ayer viernes el comisario de tecnología de la UE.
“Tenemos que estar preocupados por estas compañías”, dijo Andrus Ansip en una conferencia de prensa en Bruselas, días después de que la directora financiera del gigante tecnológico chino Huawei fuera arrestada en Canadá.
Huawei, que obtuvo 93.000 millones en ingresos el año pasado y en China es considerado un campeón nacional, se enfrenta a un intenso escrutinio por parte de muchas naciones occidentales debido a sus vínculos con el Gobierno chino, en gran medida por el temor a que Pekín la utilice para espiar.
Ansip dijo que le preocupaba que los servicios de inteligencia chinos exigieran la cooperación de las compañías tecnológicas chinas.
También dijo que esas compañías producen microprocesadores que podrían usarse “para obtener nuestros secretos”.
“Como es normal, (…) tenemos que tener miedo”, dijo, y agregó que no tenía suficiente información sobre el arresto en Canadá.
