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El presidente Donald Trump, ordenó el envío de miembros del Ejército a la frontera con México en respuesta a una caravana de migrantes centroamericanos que cruzó lentamente territorio mexicano hacia Estados Unidos. El mandatario aseguró que serán recibidos con balas si es que intentan ingresar de manera ilegal al país. Los militares que se encuentran apostados en el límite entre ambas naciones, han instalado alambradas para evitar el ingreso de inmigrantes.
WASHINGTON.- Según el Departamento de Defensa estadounidense (el Pentágono), más de 5.200 militares vigilarán las fronteras sureñas de Estados Unidos, para impedir a la caravana de centroamericanos que cruce el borde.
Los inmigrantes han sufrido su primera fractura considerable este fin de semana. Un grupo, la mayoría hombres que viajan solos, decidieron seguir por su cuenta hacia Estados Unidos, después de haber permanecido unos cinco días en Ciudad de México.
Los coordinadores del éxodo centroamericano, que aglomera a más de 6.000 personas solo en la capital mexicana, habían determinado en una asamblea que se celebró en la noche del jueves que retomarían el camino “sí o sí” y que avanzarían juntos. Todo cambió en el transcurso de la madrugada del viernes, después de que les pidieran quedarse unas horas más. Pero la espera ha sido demasiado larga, las promesas han sido muchas y la paciencia de cientos se agotó. “Ya no queríamos estar ahí, estábamos hartos, no podíamos esperar más”, afirma Marvin Padilla, un migrante hondureño de 38 años.
La caravana de migrantes tomó decisiones cruciales para su travesía durante la última asamblea. Se había resuelto de forma unánime que no iban a quedarse el viernes, que la próxima parada sería Querétaro (a 220 kilómetros de la capital) y que la ruta hacia la frontera sería Tijuana, la opción más lejana, pero también la más segura. Ayer, otro grupo emprendió rumbo hasta lo que será la primera parada después de la capital mexicana.
El mayor problema de los organizadores desde hace un par de semanas había sido conseguir autobuses para transportar a toda la gente, pero sobre todo para sus integrantes más vulnerables: niños y niñas agotados, mujeres embarazadas, adultos mayores y hombres enfermos tras una travesía que ya ha durado más de tres semanas.
Por su parte, el comandante del Quinto Ejército de EE.UU., Jeffrey S. Buchanan, manifestó que los ingenieros militares están ayudando a reforzar el control sobre los puertos fronterizos y repeler el ingreso de migrantes por entre los puertos.
Buchanan agregó que la tarea de los oficiales consiste en el “apoyo militar de misiones de aplicación de la ley” y no directamente la aplicación de la ley.
El presidente estadounidense, Donald Trump, informó que podrá desplegar hasta 15.000 tropas a la frontera con México para enfrentar a los varios miles de personas que forman la caravana. Además, firmó una declaración que endurece las normas para la inmigración y excluye del derecho de asilo a los indocumentados que entren al país y anunció que cortará la ayuda financiera a Guatemala, Honduras y El Salvador por no detener la ola migratoria.
