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ASUNCIÓN.- El diputado colorado Óscar Tuma es el principal impulsor de la enmienda constitucional que permita la reelección presidencial. Tiene listo el proyecto y aguarda el visto bueno de su partido para presentarlo al Congreso. Rechaza la posición de los abogados colorados que dicen que solo puede hacerse a través de una reforma.
Hace tiempo que Tuma habla de hacer una enmienda constitucional para posibilitar la reelección presidencial, aun cuando el presidente Horacio Cartes ha reiterado varias veces que no le interesa postularse a un segundo mandato.
Incluso dentro del Partido Colorado hay posturas dispares entre quienes piensan que la única vía posible para permitir la reelección es la reforma constitucional y los que aseguran que con una enmienda basta y sobra para dicho objetivo.
Hace unos días, un grupo de abogados colorados presentó un pedido de recolección de 30 mil firmas al Tribunal Superior de Justicia Electoral, que es una de las formas que la Constitución permite para convocar a una Convención Nacional Constituyente que reforme el texto vigente y permita la reelección.
Tuma fue categórico al rechazar esta idea y defender la de la enmienda, que tiene un procedimiento mucho más sencillo ya que esta es aprobada solamente por las cámaras del Congreso, sin necesidad de llamar a elecciones de convencionales y realizar una Constituyente.
Dijo que “si lo que se quiere es discutir el tema de la reelección, para qué arriesgarnos a tocar todos los artículos de la Constitución Nacional y que eso sea un caos; es bastante peligroso. Estoy en contra de la reforma, eso tiene que darse en el marco de una amplia discusión y debate”.
Recordó que ya tiene listo el borrador del proyecto de enmienda y añadió que “queremos que surja como un mandato partidario y comenzar a discutir en las comisiones y las audiencias públicas”.
El presidente de la ANR, Pedro Alliana, había manifestado que la reelección presidencial era uno de los temas que el partido debía tratar con urgencia. Pero había adelantado que luego de la discusión política en la Junta de Gobierno, la decisión debía quedar en manos de la Convención Colorada, la máxima autoridad.
