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Ni disidentes, ni oficialistas ni opositores, ningún senador está dispuesto a dar su opinión sobre los hechos que parecen involucrar al presidente electo, Roberto Acevedo, con la mafia del narcotráfico y el lavado de dinero. El mismo resultado obtuvimos cuando nos comunicamos con la Unidad de Lavado de dinero de la Fiscalía General del Estado.
ASUNCIÓN.- Todos los medios de comunicación tienen su caballito de batalla en todas las áreas, esa persona que está siempre disponible para el tema que fuere y a la que uno recurre cuando todas las demás opciones fallan.
Pues bien, esta vez no resultó. Durante 2 días hemos intentado hablar con algún senador sobre la situación del presidente electo, y no lo logramos. El presidente actual, Mario Abdo Benítez, se burló de nuestra “supuesta objetividad”, Blanca Ovelar primero atendió y cuando supo el tema cortó la comunicación diciendo que estaba ocupada y Víctor Bogado pidió que se le llame en una hora, y no volvió a atender su teléfono.
Esos 3 fueron los únicos que dieron alguna señal de vida. Los demás jamás siquiera se dignaron a responder los reiterados mensajes que recibieron. Ni nuestros caballitos de batalla!!! Ni siquiera los más impolutos, esos que se han pasado toda su vida pública despotricando en contra de cualquier persona sospechosa de haber cometido un delito, y mucho más si estaba ligado con el tráfico de drogas.
Nuestra consulta era bien simple, solamente queríamos saber si había alguna idea de lo que harían las bancadas en cuanto a este tema. A pesar del vapuleado prestigio del Senado, el simple hecho de que su presidente sea sospechoso de estar metido en lavado de dinero o en el asesinato del narco Jorge Rafaat tendría que haber hecho mover la estantería a más de uno en la cámara.
Por eso en ningún momento dudamos de que pudiéramos saber qué estaba ocurriendo en los pasillos del Congreso, pero no fue así. Ninguno quiso hablar, todos escondieron la cabeza bajo tierra, como si se hubieran puesto de acuerdo o como si alguien les hubiera ordenado cerrar la boca.
Esto nos deja bastante pesimistas sobre el futuro del Senado y el Congreso, puesto que tanto silencio debe significar que apoyarán a Acevedo contra viento y marea y nadie impedirá que el próximo 1 de julio asuma como nuevo presidente, sin importar que pudiera estar implicado en delitos tan nefastos.
La única institución que se comprometió a darnos hoy una respuesta fue la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad); las demás prefirieron esconderse antes de hacerlo.
Investigaría solo si hay denuncia
Es frecuente encontrar que la Fiscalía General del Estado interviene de oficio en casos de los que se entera a través de la prensa. Hay casos muy conocidos en los que los agentes fiscales intervinieron rápidamente por alguna publicación periodística, así que pensamos que en el caso de Roberto Acevedo, presidente electo del Senado, ocurriría lo mismo.
Pero no fue así. Primero, algunos fiscales dijeron que no tenían elementos suficientes, pero luego de la denuncia del exbanquero argentino Hernán Arbizú, detenido recientemente, que involucró a los hermanos Acevedo en lavado de dinero, pensamos que ya había causal para que ocurra la investigación de oficio, así que intentamos comunicarnos con el fiscal Hernán Galeano, de la Unidad de Lavado de Dinero, pero fue inútil hacerlo, ni siquiera vía whatsapp, donde comprobamos que leyó nuestro mensaje.
De acuerdo a una fuente, el problema está en que esta unidad de la Fiscalía no actúa de oficio como sí lo hace la de Delitos Económicos, y que sólo empezaría una investigación si es que hay una denuncia formal en contra de Acevedo. Por lo visto para la Unidad de Lavado de Dinero, las publicaciones de los medios de comunicación no son denuncias serias.
