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Un político malogrado

Tiene un cierto aire de Lino´o. Éste, exhibía un potencial extraordinario, pero no podía controlarse. Tenía una incontinencia verbal notable que le llevó a cometer errores garrafales en su vida política-pública. Todo el mundo quedó estupefacto cuando el militar en servicio activo, rutilante héroe de la gesta del 2 y 3 de febrero, empezó a opinar libremente de política, del gobierno, de lo que fuera, en pose de dueño y señor de vidas y haciendas, pisoteando, esa vez sí que en serio, postulados de la Constitución respecto a la no injerencia de los uniformados  en estos temas.

Así empezó a embrollar su camino. Él sólo se buscaba problemas, arremetía a lo loco contra quienes no le eran afines y pagaba las consecuencias.

Este mismo frenesí le hizo despreciar procedimientos administrativos claros, pero parte de la pesada maquinaria del Estado,  perpetrando desprolijidades, que muchas veces no eran solamente eso, sino verdaderas metidas de la mano en la lata.

En fin, una estrella que se apagó antes de tiempo, que cometió demasiados errores, que incluso le costaron lo más preciado: la vida misma.

Salvando ciertas distancias algo similar ocurre con Camilo Soares. Pintaba súper bien. Llegó a la administración Lugo como un joven brillante, capaz de cambiar la historia de las corruptas administraciones del Estado. Se encontró con la dura realidad. Las manos atadas, cuando intentaba responder a necesidades acuciantes de la población. Vulneró los procedimientos administrativos- también le damos algún crédito a su honestidad- y hoy día está metido en un laberinto judicial que como espada de Damocles, pende sobre su cabeza. Chicanea permanentemente, pero sabe que ese es un callejón sin salida.

Quedó escarnecido ante la opinión pública, malgastando totalmente el pequeño crédito que poseía en los inicios de su carrera política.

Soares hoy día es un político malogrado sobre el cual es posible afirmar que ya no llegará a nada.   Lo va a perseguir toda la vida la leyenda negra de los “coquitos de oro” y las desalinizadoras del Chaco, entre otros. Difícil sobrevivir a eso. Menos aún en política.

En su deambular por el desierto encontró refugio en los medios de comunicación.Tímidamente primero, ahora totalmente desatado, en el mediodía de Ñandutí. Está metido a opinólogo. Se jacta de conocer todos los intríngulis políticos y hace prospectivas, posiblemente pretendiendo dirigir los resultados hacia lo que él cree, pero…

Ayer, poseído por una santa cólera, se despachó con todo tipo de diatribas hacia este diario. Lo tildo de “pasquín de requetecuarta”, “peor que el diario Patria”, que “aunque es distribuido gratuitamente no significa que alguien lo lea”, “curro de un grupo de periodistas montado para chuparle plata a Cartes”, etc.

Lo raro del caso es que el hombre se tomó muy a pecho el comentario editorial de ayer, dedicado a las posturas profesionales-políticas de “Santula” González.

Soares afirma que somos peores que el diario “Patria”, pero el que utiliza el lenguaje del diario “Patria”, es él.

Luego, para él y todos los que nos acusan de “tener un curro” para sacarle plata a HC., les decimos sin ningún tipo de empacho. Apoyamos a Cartes y su gobierno porque creemos sinceramente, y lo avalamos con  nuestra trayectoria profesional y de vida personal, que este es uno de los gobiernos más constructivos de la historia de este país. Y que no nos vamos a alinear a los tiroteadores sin sentido,  que equivocan el rumbo y que solamente pueden concretar – si logran sus objetivos- días de retroceso para la Patria.

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