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El corazón petrificado de San Pío de Pietrelcina sigue recibiendo la devoción de una multitudinaria feligresía católica, que lo sigue por las ciudades que va recorriendo de la mano de los hermanos capuchinos. Este domingo la reliquia del santo estuvo en la Basílica de Caacupé y nuevamente congregó a miles de fieles, ya en la tarde fue trasladado a Pastoreo, departamento de Caaguazú, para celebrar una misa y luego llegó hasta Ciudad del Este.
ASUNCIÓN.- La reliquia del corazón conservado de San Pío, custodiado en un relicario especial, llegó a Paraguay el pasado martes, en el marco del 30º aniversario de la presencia de la orden capuchina en nuestro país, y por los 50 años del fallecimiento del santo.
El lema de esta visita es: “El corazón de San Pío visita el Corazón de América… y quiere encontrarse contigo” y permanecerá en el territorio nacional hasta el 18 de abril.
La urna que contiene el corazón estará en la catedral San Blas de Ciudad del Este, donde se oficiarán dos misas entre las 07:00 y 13:00. Luego, la reliquia será llevada al convento San Francisco de Asís del km 8 Acaray, donde se realizarán celebraciones a las 15.00 y a las 18.00, para después volver a Asunción.
El martes habrá una ceremonia en el Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS) para todos los enfermos y se realizará un recorrido por el lugar. El mismo día será la misa de despedida a las 19:30 en el León Condou con todos los devotos.
Los hermanos capuchinos invitan a una caravana de despedida de San Pío desde la capilla de Trinidad hasta el aeropuerto Silvio Pettirossi, a partir de las 07:30.
De la principal terminal aérea partirán hasta la localidad de Villarrica, departamento de Guairá, donde habrá una eucaristía a las 11:00 para luego volver a Asunción y retornar a Italia.
UN APRECIO ESPECIAL POR LOS ENFERMOS
“San Pío tenía un aprecio especial por los enfermos. Muchos enfermos se acercan al corazón del santo para pedir una gracia, la gracia de la sanación. Pero la principal gracia que San Pío puede dar es la de traspasar nuestro corazón con el amor de Dios”, dijo el hermano capuchino, Valentín Pesente y agregó que el venerable tenía una vocación para confesar, ya que “él se quedaba de 10 a 12 horas al día atendiendo confesión, la ayuda espiritual. Tenía el don de conocer la conciencia de la otra persona, él decía no estás todavía preparado para recibir la confesión, vuelva en un mes”, explicó Pesente.
El religioso destacó la presencia de la reliquia en un país de tradición católica como Paraguay, y el hecho de que ello ocurra cuando se cumplen 30 de la presencia de la orden capuchina en el país sudamericano. “Tuvimos la gracia que el corazón de san Pío salga oficialmente para una visita a un país y vino al corazón de América, vino a Paraguay”, indicó.
Un corazón convertido en reliquia desde la exhumación del cuerpo del santo, hace diez años. “Cuando se hizo la exhumación canónica del cuerpo de san Pío en el año 2008, que se sacó de su tumba, se encontró esta parte del músculo del miocardio incorrupto intacto, que no se descompuso. Una parte de su cuerpo se descompuso pero esta parte quedó incorrupta”, aseguró.
Más de 10.000 personas han presentado homenaje en Paraguay al santo desde que la reliquia llegó país y fuera exhibida en varias capillas y templos de la capital y del interior del país.
LA CATEDRAL DE ASUNCIÓN ESTUVO ABARROTADA DE FIELES
Cientos de fieles aguardaron el último sábado una paciente cola dentro y fuera de la Catedral de Asunción para besar o tocar la reliquia del corazón de San Pío de Pietrelcina, una de las figuras más veneradas del santoral católico, en un recorrido por varios países de Latinoamérica comenzado la semana pasada en Paraguay.
Bajo un sol ardiente y combatiendo el calor con abanicos o refrescos, paraguayos de todas las edades formaron una larga fila desde una calle adyacente a la Catedral para entrar en el interior de la misma, donde la reliquia estaba expuesta en una urna ubicada a la derecha del altar del templo.
Hermanos capuchinos y seglares como el ministro de Industria y Comercio, Gustavo Leite, se encargaron de mantener el orden de la cola a medida que los feligreses se aproximaban a la reliquia del santo italiano, cuando se cumple el centenario de las apariciones de sus estigmas.
Una vez frente a la reliquia del fraile capuchino, y tras esperar en la fila por cerca de una hora, los fieles rezaban ante ella o acariciaban el relicario mientras transcurría una de las cuatro misas que se oficiarán ese día.
Entre ellos tenían preferencia los ancianos y las madres con bebés, así como los enfermos que buscaban en la reliquia el poder sanador del santo.
