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AFGANISTÁN.- El número de víctimas mortales por la poderosa bomba lanzada el jueves en Afganistán por la aviación estadounidense subió a más de 90 este sábado. Todas las bajas, según las autoridades, son combatientes del Estado Islámico (ISIS, en inglés).
“Al menos 92 militantes de Dáesh [ISIS] murieron en el bombardeo”, dijo el gobernador del distrito de Achin, Esmail Shinwari, asegurando que “no hay ninguna víctima militar o civil”.
Por su parte el portavoz provincial de Nangarhar, Attaullah Khogyani, dio una cifra de 90 fallecidos.
La bomba GBU-43/B Massive Ordnance Air Blast (MOAB), apodada “Madre de todas las bombas”, fue lanzada por primera vez el jueves contra posiciones del Estado Islámico en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán.
La bomba destruyó sus refugios en la montaña, un complejo de túneles y grutas que servía a los yihadistas para esconderse de los ataques, y provocó una imponente columna de fuego.
El primer balance de las autoridades afganas era de 36 yihadistas muertos.
Según expertos en seguridad el ISIS había construido sus refugios cerca de zonas habitadas por civiles pero el gobierno afgano explicó que miles de familias ya habían abandonado la zona en los últimos meses por los combates.
