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ASUNCIÓN.- La epidemia del dengue es el tema recurrente en todos los estamentos de la sociedad, se cruzan recomendaciones científicas y empíricas, testimonios, experiencias, recetas y soluciones que generan más dudas que certezas. A todo eso se suma el caso de la vacuna antidengue.

En diciembre de 2017 la OMS decidió suspender provisionalmente la recomendación de uso de la vacuna contra el dengue que estaba disponible bajo la denominación de Dengvaxia, a petición del propio fabricante y a causa de las dudas surgidas sobre el incremento del riesgo de dengue grave tras la vacunación de personas que nunca habían contraído la enfermedad.

En un nuevo documento publicado el 22 de diciembre pasado, la misma organización trata de ofrecer algunas aclaraciones a las dudas planteadas.

Este nuevo documento señala que la infección por uno de los cuatro serotipos del virus de dengue proporciona protección frente a ese mismo serotipo, pero parece condicionar, en algunos individuos, un mayor riesgo de enfermedad grave si hay una nueva infección por un serotipo viral distinto; este riesgo es muy dependiente de los serotipos virales predominantes en cada región o país.

En nuestro país la vacuna contra el dengue no está incorporada aún al sistema de salud pública, pero existe a la venta en el mercado local desde el 2016. La Asociación de Víctimas del Dengue solicitó al ministro de Salud, Julio Mazzoleni, para que la vacuna contra el dengue pueda ser incorporada al programa de vacunaciones.

La cartera de estado aclaró que los programas nacionales de vacunación no están utilizando esta vacuna, porque están esperando la experiencia de otros países sobre su efectividad para no arriesgarse.

El Ministerio de Salud recuerda que las vacunas contra el dengue deben ser aplicadas bajo cumplimiento estricto de las recomendaciones como por ejemplo, las personas que pueden recibir las dosis son las que tienen entre 9 a 45 años de edad, que hayan tenido dengue con anterioridad.