Justo Zacarías y su esposa, Rocío Abed, ambos diputados.
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Vándalos atacaron vivienda del diputado Justo Zacarías

ASUNCIÓN.- El derecho garantizado en la Constitución es a la libre manifestación, que nada tiene que ver con la violencia a la que recurren los llamados “escrachadores” en ciertos casos, como el registrado anoche en el domicilio del diputado Justo Zacarías y su esposa, la diputada Rocío Abed. Es necesario que alguien ponga límites a estos sectores que más parecen casi delincuentes que representantes de la ciudadanía.

Cualquier reclamo, por justo que pudiera ser, si recurre a métodos violentos, pierde toda credibilidad. La violencia nunca es un recurso válido para imponer ideas, sin importar que estas fueran válidas y necesarias. Esto es lo que parecen no entender los “escrachadores” que en los últimos años se pusieron de moda en el país, porque con sus acciones, lo que hacen es desmerecer una lucha ciudadana que bien podría empezar a tener resultados positivos y ser bien vista.

Esto ocurrió con el diputado esteño Zacarías y su familia, cuya residencia fue atacada el jueves a la noche por unos 10 inadaptados que llegaron al lugar en 4 vehículos, y sin vueltas empezaron a arrojar basura, piedras, huevos y aceite de motor hacia la casa, ocasionando daños materiales de consideración.

“Solo fueron daños materiales. Tendré que cambiar el piso, pintar el portón y la muralla, además de los muebles del corredor de la entrada de la casa, que también fueron dañados”, dijo Zacarías, quien reconoció que lo que realmente le afectó es que ni él ni su esposa, la también diputada Abed, estaban en la casa, en donde sí estaba su hija de 8 años, quien fue testigo de todo lo ocurrido  “quedó muy asustada”.

“Yo estoy de acuerdo que estén en “desacuerdo” y que se manifiesten, pero sin los daños materiales y psicológicos que ocasionan”, añadió el legislador, muy consternado.

Sin mayores datos, lo único que se puede presumir es que estos “escrachadores” serían operadores de dirigentes políticos que están en contra del llamado Clan Zacarías, cuya cabeza principal es el hermano del diputado, el senador Javier Zacarías Irún, quien, junto con su esposa, la exintendenta de Ciudad del Este, Sandra McLeod están investigados por el Ministerio Público.

Sea cual fuere el motivo, no se justifica el modo que este sector utiliza para hacer sentir su opinión porque lo único que generan es rechazo por el sistema violento al que recurre.

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