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ASUNCIÓN.- Tanto en Asuntos Constitucionales como en el plenario de Diputados los colorados tienen la suficiente mayoría para impedir que la oposición rechace el veto del Ejecutivo, para lo cual necesita mayoría absoluta de votos. Luego de que la comisión dictamine el martes, el tema se incluirá en el orden del día de la sesión del miércoles, en donde no habrá mayores contratiempos puesto que la ANR tiene mayoría propia.
El veto parcial del Ejecutivo eliminó la posibilidad de que los legisladores se autoblinden, terror de la oposición y de los diarios de Aldo Zuccolillo y Antonio J. Vierci, porque la ley sancionada ponía condiciones muy extremas para que un senador o diputado pudiera ser juzgado por sus pares y perdiera su investidura.
La ley disponía que para que una cámara pudiera expulsar de ella a uno de sus miembros, debía existir una sentencia judicial previa, lo cual, de acuerdo a la argumentación presentada en el veto del Ejecutivo, terminaba poniendo más exigencias para que un legislador pudiera ser castigado, en comparación a la situación de un presidente de la República, que puede ser condenado en un juicio político sin que el Poder Judicial necesite pronunciarse.
Desde que la ley fue sancionada, la campaña de los medios llamados “independientes” fue tan intensa que consiguieron que los diputados que no tuvieron ningún problema en votar a favor se “arrepintieran” (hasta la proyectista!) con tal de no molestar a Zuccolillo y Vierci, los gurúes de la libertad de pensamiento y expresión.
Lo que querían estos señores y, para lo cual, convencieron a la oposición, era que el proyecto fuera rechazado en el Senado, pero no lo consiguieron, porque los colorados, junto con el apoyo de algunos senadores de otras bancadas, obtuvieron la mayoría necesaria para sancionar la ley.
Aseguran que la norma crea el “autoblindaje” porque hace imposible que un legislador fuera juzgado y expulsado de su cámara. No quedaron conformes con el veto parcial –ellos pretendían que la ley fuera eliminada- y critican que el Ejecutivo no haya cuestionado la mayoría absoluta de 2 tercios que necesita una cámara para despedir a uno de sus miembros. Y siguen dando la lata con la cuestión. Sin embargo, esta cantidad de votos es justa porque es la misma que se exige para sacar del cargo a los otros representantes de poderes del Estado, sea el presidente de la República o los ministros de la Corte.
