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La prioridad absoluta del vicepresidente Hugo Velázquez, nombrado coordinador de Añetete para lograr un consenso entre los numerosos precandidatos colorados a la intendencia de Ciudad del Este, es lograr unanimidad en su movimiento, en donde ya son 8 los aspirantes a la silla dejada por Sandra McLeod. La negociación con los demás sectores es posterior, pero su resultado repercutirá profundamente en las municipales del año próximo.
ASUNCIÓN.- Son muchas las cosas que serán puestas a prueba en el proceso electoral que se inicia de cara a elegir al nuevo intendente esteño, que ocupará el cargo hasta noviembre de 2020. En una primera etapa, el trabajo de Velázquez deberá centrarse en solucionar la feroz atomización que existe en Colorado Añetete, ya que la cantidad de abdistas que pretenden la candidatura colorada da la pauta de que la frágil unidad del oficialismo podría romperse en cualquier momento.
Una vez que logre que solo un añetete compita por la candidatura, tendrá que negociar con Honor Colorado, no precisamente para llegar con un candidato único a mayo sino para que el internismo no sea tan sangriento, de modo a evitar que las heridas queden abiertas para el posterior desafío electoral que deberá enfrentar la ANR el año próximo, con las elecciones municipales en todo el país. Esto lo reconoció el mismo vicepresidente, quien coincidió de esa manera con el dirigente cartista Fernando Ayala, quien había dicho días atrás que, tal como están las cosas en este momento, el Partido Colorado corre el peligro de no ganar una sola intendencia en el 2020.
La cosa se presenta bastante complicada para Velázquez, quien primero tendrá que negociar con los abdistas Wilberto Cabañas, Esteban Wiens, Luis Zárate, Julio Castellano, Francisco Franco, Delio Fernández, Juan Antonio Ramírez y Juan Marcel Pereira Dávalos, a quienes tendrá que convencer que la torta no alcanza para todos y que lo mejor que puede pasarle al movimiento es presentarse unido en torno a un solo precandidato, con la intención de tener chances de ganar la intendencia. Y eso si no se presenta el preso Ulises Quintana, aunque el vicepresidente vio muy difícil esa posibilidad, aunque no la negó de plano.
Pero hay otros aspirantes colorados, como Iván Sosa, del sector independiente; Olga de Núñez, empresaria; Agustín Barreto y Julio Paredes, del gremio de abogados. Y conste que aún no se habla de los cartistas, que hasta ahora se mantienen bastante callados. Entre todos estos colorados habrá que elegir a un candidato que deberá enfrentar al de la oposición, aunque allí también se cuecen habas, ya que un sector propone al concejal Miguel Prieto, y el movimiento de la senadora liberal Zulma Gómez está decidido a apostar al exdiputado Gustavo Cardozo, aunque la legisladora piensa también en María Portillo, hermana del diputado Carlos Portillo.
Toda esta cantidad de candidaturas hace que Ciudad del Este, actualmente, sea una verdadera caldera del diablo.
