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CALIFORNIA.- Las ráfagas de viento y las condiciones secas continúan generando preocupación para los bomberos de California, ya que no consiguen sofocar por completo las llamas de fuego. El incendio Thomas destruyó hasta el momento 701 casas y forzado el desplazamiento de más de 94.000 personas. Los esfuerzos para combatir las llamas costaron más de 55 millones de dólares.
El foco principal llamado Thomas se ha extendido 43 kilómetros desde que comenzó el 4 de diciembre para convertirse en el quinto mayor incendio forestal en la historia del estado. Ha provocado la quema de más de 953 kilómetros cuadrados de los condados de Ventura y Santa Bárbara, un área más grande que la ciudad de Nueva York.
Un descanso del calor debilitó el martes el impulso del fuego y permitió a los equipos de bomberos evitar mayores daños en viviendas. Pero el clima adverso “promoverá un significativo crecimiento del fuego (y…) debilitará los esfuerzos de control” el miércoles, dijo el Departamento Forestal y Protección de Incendios de California (Cal Fire) en una advertencia.
El incendio, que está contenido en un 25 por ciento, continuará amenazando a comunidades costeras de Santa Bárbara, Carpinteria, Summerland y Montecito debido a que pronostican hasta el viernes poderosas ráfagas del viento Santa Ana y una humedad menor al 10 por ciento, según Cal Fire y el Servicio Meteorológico Nacional.
Algunos de los 7.800 bomberos que trabajan para sofocar el fuego sacaron ventaja el martes de las mejores condiciones climáticas para controlar las llamas en un cañón cercano a Carpinteria, dijo el capitán de Cal Fire, Steve Concialdi.
