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El hecho se refiere al asesinato del policía Celso Gómez Alarcón, tras un asalto en el límite entre los municipios de Curuguaty y YasyCañy, en una comunidad llamada Mbatay. Ahora, la viuda de la víctima, Magdalena Rodríguez, solicitó que el fiscal de la causa, Lucrecio Cabrera, sea apartado, alegando que no confía en sus actuaciones.
ASUNCIÓN.- La viuda de la víctima, un agente de la Policía que fue asesinado casi un año atrás, solicitó el cambio del fiscal a cargo, Lucrecio Cabrera, quien tomó el curso de las investigaciones, el caso cambió hasta el punto de querer liberar al principal sospechoso del hecho, Julio César Arzamendia, quien guarda reclusión desde el mes de septiembre del año pasado.
El mencionado sospechoso cuenta con antecedentes por robo agravado, reducción y transgresión de la ley de armas en el año 2011, tentativa de homicidio y robo agravado que datan del año 2012. Además, en el tiempo en que fue aprehendido contaba con órdenes de captura por robo agravado en el año 2017, homicidio doloso, robo agravado y lesión grave en el 2018.
La mujer alega que existen suficientes elementos contra el investigado, y cuestionó duramente al agente fiscal Cabrera, a quien consideró sospechoso de haber acordado la libertad del procesado. Comentó que el abogado Vicente Alderete Gray, defensor de Arzamendia, tiene a su esposa como funcionaria de la Fiscalía, por lo que aumentan sus sospechas de algún arreglo.
Otro dato que aportó Magdalena Rodríguez, es que el fiscal jamás llamó a declarar a los policías que detuvieron a Julio César Arzamendia y sostuvo que existe una prueba de que la misma arma que se habría utilizado en un acto delictivo en zona de San Pedro se habría usado para el crimen de su esposo.
Dijo enfáticamente: “Es una vergüenza que tengamos esta clase de fiscal. Yo le esperé la vez pasada en el Juzgado, y él no se fue”.
A su vez, el fiscal Cabrera, afirma que el Ministerio Público cuenta con escasos elementos y que serían insuficientes para sostener una acusación, y posterior pedido de juicio oral y público.
Continuó explicando el agente fiscal que, por temor a que la viuda no logre reconocer al supuesto autor, solo presentó el pedido de sobreseimiento provisional que lo mantiene atado al proceso judicial, y que el juez puede enviar el caso al superior para revisar sus actuaciones.
“No existen testigos presenciales, solo se cuenta con pruebas indirectas que, a mi criterio, no son suficientes pasa la apertura de juicio oral”, finalizó.
