ADN Digital
El ministro Juan Carlos Baruja reveló a la Tv Pública que la verdadera intención del Gobierno Nacional es lograr que el campesinado vuelva a la agricultura familiar, aquella que le daba lo que en términos técnicos se llama soberanía alimentaria.
Nada más atinado. Por cierto surgirán voces que dirán que se pretende que los labriegos sigan como esclavos trabajando en la miseria, mientras el sector público se regodea llevando el dinero del pueblo a los bolsillos.
Nada más equivocado. Pero pasó eso. Y sigue pasando probablemente, es imposible arreglar toda la casa de la noche a la mañana. En administraciones anteriores, la de Lugo y los liberales, se perpetraron latrocinios increíbles con este dinero para el campo, que debiera ser sagrado. Hay nada menos que dos exministros de Agricultura de aquella época que están procesados por tremendas sobrefacturaciones. Una vergüenza, en tiempos remotos les habrían cortado la mano.
Por supuesto que habrá necesidad de introducir ajustes, que haya más controles, que el dinero vaya atinadamente para lo cual se necesita, asistencia técnica, caminos de todo tiempo, insumos, herbicidas y créditos pequeños, blandos, que hagan que el hombre del campo y su familia vuelvan a levantar cabeza.
Esa es la intención de la administración actual. Lo dijo en palabras bien claras el mencionado secretario de Estado de Agricultura. Se intenta hacer bien las cosas y se impondrá el control ciudadano para que las mismas estén encarriladas.
Las oficinas técnicas del MAG y los organismos crediticios, deben ser dinámicas, abiertas en todo momento, escuchando a la gente, asistiéndola oportunamente, no cuando ya las cosas se han perdido. En la campiña, no hay mucho margen para esperar.
Los funcionarios haraganes, conformados, quienes hace mucho tiempo calientan sillas, sin el menor ánimo de mojar la camiseta, deberían ser trasladados, despedidos, ahuyentados, no se puede mantenerlos en un escenario tan estratégico como el que se plantea.
Las autoridades del MAG, por supuesto plantean la agricultura familiar como salida a la crisis alimentaria, un poco de mandioca, tomate, locote, zapallo, poroto, etc., huevos con las gallinas caseras, un poco de leche de un mínimo hato ganadero, marcarán una tremenda diferencia. No podemos seguir siendo un país con altos índices de pobreza.
La agricultura familiar tiene además “salidas” para que los campesinos se hagan de un poco de dinero. Hay cultivos de renta, en los que también se los puede ayudar. La yerba mate, por ejemplo, que este año no tuvo buen precio, pero que en años anteriores dio para ganar algo de plata e invertirla en educación, en ropa, en medicinas, etc.
En fin…volver a la agricultura familiar. A la chacra, con rubros complementarios para ganar dinero. Es cuestión de trabajar. Juntos con el gobierno atento para dar salida a las dificultades. Sin duda, ¡ esto es lo que hace falta!