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Escritora. Consultora Internacional en Políticas Públicas.
SOBRE LA DOCTRINA DEL PARTIDO COLORADO (I)
La ANR debe volver a su esencia doctrinaria y despojarse de toda la carga ideológica populista y de los vicios clientelistas que fue acumulando durante el autoritarismo para poder liderar la efectiva restauración de la república democrática.
La discusión sobre la doctrina partidaria tiene una fuerte presencia en el actual proceso electoral. Con este aporte pretendo contribuir a esa discusión, por lo demás necesaria.
La ANR regresó al poder en 1943 después de 30 años y lo hizo integrando el gabinete de Morínigo, de la mano de los “tiempistas” (Luis Argaña, Carlos Andrada, Carlos Pedretti, Celso Velázquez, Sigfrido Gross, Aníbal Delmás…) impulsores del “corporativismo” (al estilo de Mussolini en Italia, Salazar en Portugal y Franco en España). En esto coincidían con sus compañeros de gabinete del “febrerismo” (Pampliega, Soler, Valdovinos, Soljancich…) y con los militares en ejercicio que acompañaban a Morínigo (Benítez Vera, Bernardo Aranda). Pero no fue hasta 1946 – cuando Enciso Velloso asumió la cartera de Educación- que el partido colorado empezó a sacar rédito clientelar de su participación en el gobierno ya que, desde entonces, afiliarse se convirtió en requisito para acceder a un cargo público docente. Cuando, concluida la revolución del 47, el gabinete de Morínigo quedó integrado sólo con colorados, esta práctica se extendió a todos los ministerios y entes públicos.
El Gobierno Morínigo duró menos de 8 años y quedó con el estigma de la guerra civil fratricida del 47 que dejó en segundo plano sus aportes al proceso político nacional. Rafael Franco, con el golpe del 36, fue el encargado de abolir la constitución liberal de 1870, sentar las bases del nuevo modelo corporativista autoritario y militarista denominado Revolución Paraguaya y legislar de manera provisoria con el decreto 152/36. Cayó Franco, pero permaneció el modelo. Estigarribia, por la vía del autogolpe y el plebiscito, se encargó de darle andamiaje legal al nuevo orden con la Constitución de 1940, inspirada en la de Salazar en Portugal. A Morínigo le tocó crear y desarrollar las instituciones corporativistas del nuevo orden revolucionario. Durante su gobierno se crearon la Comisión Mixta de Venta de Azúcar, la Corporación Paraguaya de Alcoholes, La Corporación Paraguaya de Carnes, el IPS… Se estableció el Guaraní como moneda oficial, lo que significó soberanía monetaria, pues hasta entonces se utilizaba el peso argentino adoptado en 1885. Se creó el Banco de la República, antecesor del Banco Central y el Banco Agrícola se convirtió en banca de fomento de la producción. Hasta se promulgó el primer reglamento de tránsito.
