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Estando en receso, el escenario político estuvo más que agitado en las últimas semanas. No hace falta ser adivino para prever que esto se intensifique aún más con la reanudación de las sesiones del Congreso, fuente de las principales crisis políticas. Se pensaba que este no sería un año político, pero los temas de interés nacionales corren el riesgo cierto de quedar nuevamente relegados.
ASUNCIÓN.- Oficialmente, el período legislativo se reinicia el próximo sábado 2 de marzo, pero es de esperar que las actividades empiecen recién el martes 5, ya que los legisladores no están acostumbrados a trabajar en fin de semana, y mucho menos ante el “poco” descanso que tuvieron en estos más de 2 meses de vacaciones, algunos con 5 meses de trabajo, a diferencia de Juan, Antonia y Pedro que deben cumplir 10 años de trabajo en un mismo lugar para tener derecho a un mes de vacaciones pagadas.
Luego de las elecciones generales del año pasado y las municipales del próximo, el 2019 parecía libre de la presión de un país que vive en un permanente electoralismo, por lo que, incluso, se planteó que habría posibilidad de tratarse paquetes de leyes fundamentales en las cámaras del Congreso.
Sin embargo, el tiempo de receso, “tan merecido” para los legisladores, no se distinguió precisamente por la calma que suele tener en otros períodos, sino que el ambiente se notó bastante convulsionado, por temas como la destitución de la intendenta de Ciudad del Este y la convocatoria a elecciones municipales en un año en el que no iba a haber elecciones; y la situación del diputado abdista Ulises Quintana, con prisión preventiva y recluido en Viñas Cué, quien decidió postularse a la intendencia de CDE de manera independiente.
Aumentó la crisis que el presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y senador añetete, Enrique Bacchetta, diera su apoyo público a Quintana y criticara a fiscales y jueces que tienen a su cargo la causa.
No hay ninguna duda de que todos estos temas se trasladarán a las cámaras una vez reiniciadas las sesiones y las reuniones de comisiones. Y será allí en donde aumentarán sus decibeles y la consecuencia fundamental de la postergación de importantes temas nacionales que debían definirse este año, que –decían- no iba a ser electoral. Por de pronto, hasta las internas coloradas para la renovación de las autoridades de la Junta de Gobierno, previstas para mediados del 2020 ya se adelantó y la competencia está muy fuerte.
