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ASUNCIÓN.- Aunque ya casi nadie parece recordarlo, fue el diputado liberal Carlos Portillo la musa inspiradora del proyecto de reglamentación de la pérdida de investidura, y, posiblemente, siga siendo el motivo por el cual la Cámara Baja continúa sin tratar las modificaciones del Senado.
El liberal está imputado por tráfico de influencias y fue desaforado hace varios meses por sus colegas. Sin embargo, cuando algunas bancadas solicitaron su pérdida de investidura, el argumento utilizado por las mayoritarias fue que no existía una ley reglamentaria y que así no podía someterlo a dicho procedimiento.
Esto ocurrió en septiembre del año pasado, cuando se empezó a elaborar el proyecto que reglamenta la pérdida de investidura, aprobado por la cámara en noviembre y remitido al Senado en diciembre, en donde recién se trató hace dos semanas. Aunque el blindaje a Portillo parece ser el motivo principal de tanta dilación, la verdad es que los diputados temen que detrás de él caigan otros, como el mismo presidente de la cámara, el abdista Miguel Cuevas. Lo cierto es que para la destitución del cartista Víctor Bogado, el Senado no necesitó de ninguna ley reglamentaria.
