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ASUNCIÓN.- Ya no debería sorprender a nadie la posición de Mario Abdo Benítez, con respecto a la caída de la dictadura, hace 30 años, según entiende el diputado liberal Édgar Acosta, pero ahora dio “la respuesta más infeliz”, enfatizó el expresidente de la Industria Nacional del Cemento (INC), durante el gobierno de Federico Franco.
El jefe de Estado está marcado de pertenecer a una familia muy cercana al exdictador Alfredo Stroessner (1954-89), y pese a que se esfuerza por mostrar sus credenciales democráticas y republicanas, le cuesta muchísimo.
El legislador afirmó que siempre escuchó mesurado al jefe de Estado, cuando se refirió sobre el significado de la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner.
“Comparar el aniversario de una ciudad con el fin de una dictadura y 30 años de democracia no es cualquier fecha. Tomar esto ante una consulta periodística como una broma. Comparar el aniversario de una ciudad con la llegada de la democracia fue una declaración poco feliz”, siguió diciendo Édgar Acosta.
“Tal vez es lo que siente íntimamente. No le podemos pedir que festeje la llegada de la democracia. No es cualquier fecha. Estamos hablando de 30 años de la democracia. Hubo muertes, exilios, mala calidad de la educación que la seguimos pagando. En vez de ir a Ciudad del Este qué gesto importante sería que encabece un festejo de la llegada de la democracia”, afirmó el parlamentario.
Se recuerda que Mario Abdo Benítez decía, que supuestamente quiere “cicatrizar las heridas para la reconciliación entre los paraguayos. Tenemos muchas más cosas que nos unen que las que nos dividen”.
El padre del mismo nombre, ex secretario privado del general Alfredo Stroessner, la relación de su familia con la dictadura de 35 años, no influyó negativamente para su elección.
Igualmente, vale rememorar que Mario Abdo Benítez (padre) fue procesado por enriquecimiento ilícito. Fue uno de los primeros presos de la democracia que se instaló tras la caída de Stroessner, pero finalmente fue sobreseído.
Hoy, el presidente no reniega de sus lazos con el dictador al que visitaba en su exilio dorado. Llevó incluso su féretro hasta un cementerio de Brasilia al producirse su deceso en 2006. Había solicitado que la cúpula del Partido Colorado le rindiera tributo.
Los analistas políticos aseguran que la dictadura, para los ciudadanos de menores de 40 años, ya no tiene tanta relevancia, porque poco saben del gobierno autoritario que dejó como saldo unos 400 desaparecidos, más de 20.000 detenidos y torturados y decenas de miles de exiliados, según la Comisión Verdad y Justicia.
