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ASUNCIÓN.- Las últimas semanas fueron muy duras para el empresario Aldo Zuccolillo y su diario, ABC, ya que 2 de sus campañas fueron drásticamente ninguneadas, una por el Senado y la otra por la Conferencia Episcopal Paraguaya.
Si nos ponemos a analizar todo lo ocurrido desde hace un año, la última victoria, bastante pírrica en realidad, que obtuvo el diario fue evitar, en complicidad con Efraín Alegre y otros “próceres de la institucionalidad”, que Horacio Cartes y Fernando Lugo pudieran presentarse para un segundo mandato presidencial.
A partir de allí, no sabemos muy bien por qué, parece que hubo un hartazgo de todos los sectores pensantes de la sociedad paraguaya, a los que ya les resulta más que evidente la permanente manipulación que hacen sus periodistas de los hechos, buscando siempre ventajas para el patrón.
Pero el viejo zorro pierde el pelo pero no las mañas. Así que ni bien recibieron el golpe de ver que su intento de manipular al Parlamento y a los obispos no dio resultado, inmediatamente iniciaron una campaña en contra del proyecto de Ley que reglamenta la pérdida de investidura, que tiene el objetivo de evitar que las cámaras vuelvan a cometer la barbaridad que hizo el Senado con Óscar González Daher, a quien echaron sin el debido proceso y sin, siquiera, permitirle el derecho a la defensa. A ver esta vez cómo le resulta la cosa.
