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Abucheados, escrachados, sometidos al escarnio público, algunos diputados decidieron cambiar de postura y anunciar que retiraban su apoyo a la enmienda. No fue una decisión pensada, sino presionada. A pesar de esto, el proyecto sigue teniendo los votos necesarios para ser aprobado en la Cámara Baja.
ASUNCIÓN.- Como condición para que una enmienda constitucional supere el primer obstáculo, el del Congreso, la Constitución dispone que en ambas cámaras deba obtener mayoría absoluta de votos (23 senadores y 41 diputados).
Con el apoyo de 25 senadores (2 más de los exigidos), el proyecto de reelección vía enmienda pasó a Diputados, en donde, en todo momento se pensó que la cuestión iba a ser de mero trámite, ya que allí, el oficialismo colorado con el llanismo liberal y el luguismo, tenía 49 votos.
Pero llegó la violencia que durante meses habían anunciado los disidentes y sectores de la oposición y luego de los hechos del viernes 31, que terminaron con el asesinato del joven Rodrigo Quintana, la violencia y agresividad fueron aumentando de decibeles y ya no se limitaron al mundo virtual de las redes sociales sino que pasaron a la realidad. Así fue como empezaron los escraches, que no se limitaron a agresiones verbales sino que hasta físicas a los diputados que habían manifestado su apoyo a la enmienda y tenían en su poder el proyecto.
Luego de que hordas manejadas por Efraín Alegre y Rafael Filizzola atacaran hasta los domicilios particulares de los legisladores, 3 de ellos agacharon la cabeza y decidieron cambiar de postura, en un intento desesperado de conseguir algo de garantía para la seguridad de su familia y ellos mismos.
Así que los colorados Cynthia Tarragó, Pablino Rodríguez y Andrés Retamozo decidieron anunciar que no votarán a favor de la enmienda cuando el titular de la cámara, Hugo Velázquez, convoque al plenario para tratar el proyecto ya aprobado en el Senado.
De todos modos, a pesar de lo que anuncian el “grupete” y los medios cómplices de la violencia, la enmienda sigue contando en la Cámara de Diputados con 46 votos (5 más de los exigidos por la Constitución) y seguirá contando con la mayoría necesaria para que el tema pueda ser sometido a referéndum, en donde la ciudadanía será la que decida el futuro político de su país.
