ADN Digital
Artículos relacionados
ASUNCIÓN.- El sector de los trabajadores son los primeros que reaccionan ante la ausencia de una política económica del gobierno. El Banco Mundial emitió un informe que reduce la expectativa de crecimiento para este año y marca un índice de 3,9%.
Víctor Insfrán, dirigente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), del sector bancario, dijo que el sector laboral será el primero que sufrirá los primeros síntomas de una retracción “y es perentorio que el gobierno dé a conocer cuanto antes hacia dónde apunta con el plan económico”.
Hace un poco más de un mes, un sector de centrales y federaciones de trabajadores entregó al presidente de la República un paquete de posibles medidas que beneficiarán a los trabajadores, “pero al margen de estos documentos, el Equipo Económico Nacional (EEN) debe decidir qué medidas tomar”.
En cuanto a las recetas macroeconómicas, el doctor Juan Carlos Zárate Lázaro, analista financiero, destacó que “llama la atención que el gobierno haya frenado las inversiones en obras públicas, que dio excelentes resultados a la administración de Horacio Cartes, acá no pasa por celo político, sino algo mucho más importante que es conservar la estabilidad lograda”.
Las obras de infraestructura se convirtieron en “importante blindaje y evitaron el ingreso de efectos rebote de la crisis que atraviesan Argentina y Brasil, y se debe continuar con estos proyectos”, destacó el analista.
Asegura que la revisión del Banco Mundial no debería alarmar, pero sí encender luces de precaución. Varios sectores comenzarán a sufrir consecuencias de la crisis regional.
A propósito, la producción estrella, la soja tropezará con serios inconvenientes, según datos de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), que obligan al gobierno a echar mano a medidas de urgencia para enfrentar la situación.
Héctor Cristaldo, presidente de la UGP, dijo que “el 2019 será un año duro para el sector de la producción de soja, traerá consigo mucho apriete financiero y económico”.
Varios fueron los factores que llevan a esta previsión de tendencia negativa, desde el punto de vista productivo, sumándose los obstáculos comerciales y económicos que generan la caída de precios.
“Este no va a ser un buen año, tendremos algunas dificultades con la cosecha, será un año complicado, puesto que cuando no hay buena cosecha en Paraguay en general la economía se reciente en todos los ámbitos”, explicó.
Los números exactos se tendrán la próxima semana, pero se estima que con la merma en la producción ingresará al país menos cantidad de divisas y será un año de “apriete económico y financiero”.
