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El juez penal de Garantías, Paulino Escobar, dio curso a las imputaciones formuladas en contra de los cuatro mexicanos y dos paraguayos implicados con el cártel de Sinaloa. Los sospechosos fueron remitidos a la cárcel de Tacumbú y soportan cargos por posesión, comercialización de sustancias estupefacientes, tráfico de drogas y asociación criminal. El procesamiento fue presentado por la fiscal Zully Figueredo Silva.
ASUNCIÓN.- Los procesados son Jimmy Wayne Galliel Córdova (46), Marcos Antonio Castro de la Rosa (34), Martín Víctor Manuel Huerta Flores (54), Armando Carrillo Flores (62), Patricio Mario Fernández Villalba y Pablo Eliseo Brítez. El juez Escobar dijo que el sábado último admitió el pedido de imputación formulada por la Fiscalía.
Ahora, el Ministerio Público tiene un plazo de seis meses para la investigación pertinente. Los encausados fueron capturados el miércoles pasado, por agentes antidrogas encabezados por la fiscal Figueredo.
Todos los acusados fueron trasladados hasta la penitenciaría de Tacumbú. Conforme con los datos, los indiciados se abstuvieron de declarar el viernes último, oportunidad en que comparecieron ante la Fiscalía.
Según refieren los antecedentes, la pesquisa que desembocó en la detención de los presuntos narcotraficantes se inició la investigación el 14 de setiembre de 2016, tras una nota recibida de parte de la Dirección de Inteligencia Técnica de la Senad, en la que comunicaban que ciudadanos mexicanos y paraguayos presumiblemente formarían parte de una estructura criminal.
Los datos señalan que Galliel sería el líder de la banda que pretendía enviar más de 300 kilos de cocaína a Europa utilizando como fachada una empresa ensambladora que crearon para el efecto. La primera cantidad tenía como destino final Holanda.
Fernández Villalba y Brítez son taxistas que fueron reclutados por la organización criminal, según las evidencias incautadas por los intervinientes. Los dos citados se encargaban de realizar los traslados de las mercancías.
Por otro lado, Huerta Flores (mexicano) cumplía supuestamente la función de coordinar la compra del papel aluminio de una empresa que aparece con la denominación OTR Import S.A.C.I., en tanto que Carrillo Flores sería el líder de la estructura criminal en el país y respondería al jefe de la organización, Jimmy Wayne Galliel.
Los antidrogas manifestaron que Marcos Antonio de la Rosa sería el encargado de manipular el empaquetamiento de la carga legal para su impregnación con sustancias peligrosas a fin de remitir la carga de cocaína a su destino final.
OTROS BUSCADOS
El Ministerio Público libró 6 órdenes de captura contra las personas involucradas en la estructura criminal, quienes fueron identificados plenamente.
