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WASHINGTON.- Los agricultores estadounidenses están en el centro de una guerra comercial con China y otros países lanzada por el presidente Donald Trump, quien fue elegido con el apoyo de muchos en las zonas rurales de Estados Unidos.
Este viernes, el mandatario finalmente cumplió su amenaza al anunciar aranceles sobre 50.000 millones de dólares en productos chinos, desatando una represalia inmediata de Pekín sobre un equivalente de bienes estadounidenses, incluidos productos agrícolas, especialmente la soja.
“Para los agricultores estadounidenses, esto ya no es teórico, es francamente aterrador”, dijo el grupo de presión Agricultores por el Libre Comercio, sobre las perspectivas de una escalada arancelaria.
“Ya no es una táctica de negociación, es un impuesto a sus medios de subsistencia”, agregó.
China es el mayor comprador de granos de soja, con 12.000 millones de dólares en 2017, cerca de un 30% de la cosecha estadounidense. La guerra comercial volteó los precios del grano, con caídas en una semana del orden de 7%. Ahora China respondió este sábado arancelando sus compras de soja, vehículos eléctricos y licores.
