ASUNCIÓN. En entrevista con el programa Fuego Cruzado, por canal GEN/Nación Media, el diputado Alejandro Aguilera, uno de los ocho legisladores de la Cámara Baja que recientemente dejaron Fuerza Republicana para unirse a Honor Colorado, expresó que las nuevas adhesiones al movimiento político del Partido Colorado representan apoyos estratégicos cruciales. Según Aguilera, estos respaldos no solo buscan consolidar el gobierno de Santiago Peña sino también constituirse como un pilar político fundamental en la gestión del mandatario.
“La idea es trabajar en conjunto con el presidente de la República. Siempre digo y sostengo que tenemos la responsabilidad de apoyar al mandatario, ya que fuimos elegidos para ser oficialistas; por eso decidimos estar en el mismo equipo político del presidente”, afirmó Aguilera durante la entrevista.
El legislador también abordó la actual fragmentación en las bancadas del Partido Colorado en el Congreso, destacando la incoherencia que representa tener varias bancadas de un mismo partido. Aguilera sugirió que, según las líneas estatutarias, debería existir una sola bancada de la ANR en ambas cámaras del Congreso para mantener la disciplina partidaria.
“Hoy no hay un proyecto de poder ni una proyección política en la disidencia; este sector está descabezado”, afirmó Aguilera al referirse a la bancada de Fuerza Republicana, que aún cuenta con seis miembros en la Cámara de Diputados.
Aguilera resaltó la importancia de la cohesión dentro del Partido Colorado, resaltando que actualmente, de los 48 diputados colorados, 41 se encuentran en una misma línea, buscando acatar las directrices del gobierno y del partido. Subrayó que esta unidad es esencial para proyectar una administración central fuerte y contribuir a la gobernabilidad del Estado.
En este contexto, el diputado llamó a sus colegas a mantenerse enfocados en los intereses de las bases de la nucleación, evitando contribuir al libreto de una oposición que busca desarticular las fuerzas del partido. Aguilera argumentó que un oficialismo fracturado y dividido no beneficia al partido ni al país en términos de gobernabilidad y estabilidad política.