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Con la imposición de la ceniza, en todas las parroquias, vicarías y capillas del país, se dio inicio este miércoles a la Cuaresma, tiempo litúrgico de conversión y preparación para la Pascua de Resurrección de Cristo y que culminará el jueves Santos. En la Catedral Metropolitana hubo tres misas y la celebración central fue a las 11:00, donde participaron todos los obispos del Paraguay, quienes están reunidos en asamblea. En la ocasión, monseñor Pedro Jubinville, obispo de San Pedro, presidió la eucaristía e hizo un llamado a la reconciliación familiar del país.
ASUNCIÓN.- El obispo de San Pedro celebró el inicio de la Cuaresma en catedral Metropolitana en representación de sus pares obispos, quienes desde lunes 27 de febrero se reúnen en la 214ª Asamblea Plenaria Ordinaria, en el local del Seminario menor, en Asunción. En la ocasión, la homilía del obispo de San Pedro, quien presidió la celebración eucarística en la Catedral Metropolitana de Asunción, instó a los fieles “a reconciliarse en la familia, entre hermanos y practicar la caridad”, dijo.
La Iglesia Católica dio inicio a la Cuaresma y como cada año, durante la celebración litúrgica, se llevó a cabo la imposición de ceniza. Tres misas se celebraron en la Catedral Metropolitana. La primera fue a las 06:15, presidida por el padre Oscar González. La segunda fue a las 11:00, que se llevó a cabo con presencia de todos los obispos del Paraguay, quienes están reunidos en asambleas y la última, se llevó a cabo a las 19:00, presidida por el padre Gustavo Benítez.
Las homilías, en esta ocasión, se centraron en el llamado que hace el evangelio de esta fecha, donde se insta a los católicos “a dejar de ser hipócritas, de pararse en las iglesias para demostrarse a lo demás sin las más mínima intención de cambiar la actitud personal que tiene respecto a Dios. Esta Cuaresma es el momento propicio para dejar de ser “católicos de Semana Santa” y abocarnos a la entrega total a Dios. De dar ese paso para dejar todo lo malo que nos aflige y abrazarnos a Cristo Jesús”, enunció el padre González.
El miércoles de Ceniza y el viernes Santo son días de ayuno y abstinencia, pero un ayuno que significa que se renuncia a las cosas que más me gusta hacer y por amor a Cristo, nos ponemos en penitencia, significó el celebrante.
El monseñor Jubinville recordó que en la antigüedad, en Roma, los feligreses comenzaban su penitencia pública el primer día de Cuaresma. “Ellos eran salpicados de ceniza, vestidos en sayal y obligados a mantenerse lejos hasta la reconciliación con la Iglesia el Jueves Santo”, subrayó. El obispo de San Pedro igualmente pidió este miércoles la “reconciliación entre los dirigentes políticos del país para que actúen en beneficio de las personas oprimidas y abusadas”, dijo escuetamente.
DONAR SANGRE
La Pastoral Social Arquidiocesana realizó este miércoles una jornada de donación de sangre, al inicio de la Cuaresma, “dando un mensaje claro respecto a esta altruista actividad, de tal manera a que el cristiano demuestre su verdadera vocación de servicio”, refirió Ricardo González, coordinador de la Pastoral Social.
