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ASUNCIÓN.- Mientras el barco en el que viaja el PLRA hace aguas por todas partes y se arriesga a un hundimiento irreversible, el presidente del partido, Efraín Alegre, sigue empecinado en salvar y defender a los colorados “que son perseguidos injustamente”.
Lo ocurrido con los diputados del movimiento de Salyn Buzarquis, que decidieron abandonar la bancada oficialista, hartos de los maltratos, es una muestra más de la desastrosa situación en la que se encuentra el partido a causa de la sistemática persecución que protagonizan Alegre y sus seguidores en contra de quienes no pertenecen a su sector.
Sin embargo, de manera absolutamente incoherente, mientras él mismo persigue a sus correligionarios pretende defender a los colorados “perseguidos”, como si pensara que tamaño despropósito podría caer bien a algún sector del electorado liberal, el que siempre ha hecho del enfrentamiento con el Partido Colorado una de sus banderas más importantes.
A lo mejor, lo que tiene que hacer Alegre es renunciar al PLRA y solicitar su afiliación al Partido Colorado, en donde, al parecer, tiene más cuestiones en común que dentro de su partido.
