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ASUNCIÓN.- Se ha descubierto que algunos funcionarios del Senado lograron alterar el reloj biométrico, de tal manera que una misma persona marca con 5 dedos cubriendo así a igual número de personas que siguen planilleando. El senador Eduardo Petta anunció que se iniciará una investigación para descubrir a los responsables de la trampa.
Nadie dijo que la lucha contra los planilleros sería fácil y que los que fueron descubiertos viviendo del Estado sin trabajar aceptarían sumisa y tranquilamente quedarse sin el zoquete. Seguramente en varias instituciones del Estado estos sinvergüenzas ya han encontrado la forma de seguir viviendo de arriba, sin trabajar y recibiendo dinero fácil.
Esta vez se descubrió que en el Senado un grupo de funcionarios había encontrado la fórmula para seguir cobrando sin trabajar. De alguna manera pudieron alterar el reloj biométrico, que parecía la solución al planillerismo, y consiguieron seguir haciendo trampa.
Un solo funcionario marca 5 dedos de una de sus manos, uno por su asistencia y los otros 4 por igual número de personas que así figuran como que están presentes en el trabajo mientras se dedican a otra cosa.
Al descubrir este entuerto, Petta dijo que “hay un enorme desorden que sale a luz del sistema de registro de asistencia en el Senado”. Lo primero que hizo la mesa directiva fue comunicarse con la empresa que entregó el reloj, que respondió que la única forma de que pudiera ocurrir esta irregularidad era haciendo una manipulación en la carga de datos del aparato.
Dijo que ya era hora de terminar con el desorden y negó que se trate de alguna persecución a los funcionarios.
Petta aseguró que desde que se decidió combatir a los planilleros en la Cámara de Senadores, ya se ha sancionado, mensualmente, a más o menos 300 funcionarios y otros tantos fueron sumariados, lo que demuestra que el sistema de control funciona a pesar de que algunos encontraron la forma de burlarlo.
