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La primera acción de Rodolfo Friedmann al recuperar su cargo de gobernador de Guairá fue anunciar que presentará una denuncia judicial para que los responsables de la jugarreta que le hicieron al presentar una supuesta renuncia suya al cargo, que resultó falsa, sean identificados y castigados. Su reemplazante, Óscar Chávez, hará su denuncia respectiva por la actitud de los seguidores del recién casado.
ASUNCIÓN.- Chávez, quien sin más vueltas, fue nombrado nuevo gobernador por sus colegas de la Junta Departamental, no tuvo grandes problemas para devolver el cargo a Friedmann; sin embargo, poco después anunció a través de un abogado, que lo denunciaría más que nada por la actitud de prepotencia de sus seguidores, quienes abrieron la puerta de su oficina a patadas.
Friedmann viajó de luna de miel, lo que aprovecharon sus enemigos para hacerle la “cama”, presentando una presunta renuncia al cargo de gobernador, la que habría resultado falsa. Lo extraño es que la Junta Departamental, en lugar de investigar el origen de la carta, la recibió, aceptó la renuncia y nombró al sucesor, todo en una sola sesión, y la elección recayó en Chávez, quien pertenece al oficialismo colorado, igual que el gobernador.
Todo parece indicar que esta habría sido una jugarreta de algunos disidentes y opositores, que de esa manera pretendieron, no solamente hacer un golpe de Estado en la Gobernación, sino dividir las aguas en el oficialismo colorado, que tiene una clara mayoría en el departamento.
Algo se podrá averiguar ya que la intención de Friedmann es hacer la denuncia ante la Justicia y exigir que los hechos se esclarezcan identificando claramente a los culpables. Por de pronto, la secretaria de la Junta Departamental, que fue quien dio entrada a la nota de renuncia, está en la mira. Ella deberá identificar quien le acercó el documento, si bien hasta ahora no se hizo encontrar. Es decir que recibió la nota de renuncia, le dio entrada oficial y desapareció.
Lo que no queda muy claro es la intención del abogado Ramiro Sisul, quien representa a Chávez, el fugaz gobernador reemplazante, ya que este mismo no tuvo mayores problemas en devolver el cargo a Friedmann. Sin embargo, su representante legal dijo que accionará en contra de la decisión del juez Bienvenido González, quien decidió que la Gobernación debía seguir en manos de su gobernador original.
