Obreros de Inmobiliaria del Este colocan el letrero de “propiedad privada”, en el terreno de Aureliano Viveros. (Foto captada de las imágenes del programa de TV Chocolate por la Noticia)
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Anciano muere de angustia tras ser despojado de su terreno por Zuccolillo

Aureliano Manuel Viveros. (Foto captada de las imágenes del programa de TV Chocolate por la Noticia).
Aureliano Manuel Viveros. (Foto captada de las imágenes del programa de TV Chocolate por la Noticia).

Inmobiliaria del Este S.A., del grupo empresarial AZ (Aldo Zuccolillo, dueño de ABC Color), se apoderó de una valiosa propiedad mediante un título superpuesto y trucho. El inmueble en cuestión está detrás del Cementerio del Este. El verdadero propietario, en base a los documentos, es Aureliano Manuel Viveros (Ganadera Agro-Industrial Don Aureliano), un anciano de 85 años, que murió de angustia, impotente ante el despojo de su terreno, que terminó en manos de una de las empresas del Grupo Zuccolillo.

ASUNCIÓN.- Esta es una historia que muestra a las claras el poder que tiene Aldo Zuccolillo, director propietario del diario ABC Color. Quien usando la influencia de su holding de medios de prensa pisotea las normas legales y se apodera de valiosos terrenos. Este no es un caso aislado.

La historia fue llevada a la televisión en el programa “Chocolate por la Noticia”. La investigación es del periodista Augusto Barreto.

Una de las víctimas de los abusos que comete el dueño de ABC Color fue Aureliano Manuel Viveros, quien muere angustiado de ver cómo Inmobiliaria del Este S.A. se apodera de su terreno en el cual trabajó 35 años. Antes de morir, el hombre dio la siguiente declaración: “Quiero que me deje en paz, para poder vivir el resto de mi vida en paz, tengo 85 años, ya estoy en el término de mi vida y es injusto esto. Quiero Justicia”.

La propiedad en cuestión está detrás del Cementerio del Este. El título de propiedad  es del 21 de diciembre de 1966, y según el documento el verdadero dueño es Aureliano Manuel Viveros, o su empresa Ganadera Agro-Industrial Don Aureliano. Se trata de la Finca 11.470 que está  inscripto en el Registro General de la Propiedad, distrito de la Recoleta.

Existe además una Sentencia de la Corte Suprema de Justicia del 30 de mayo de 2001, donde claramente se dice que la propiedad es de la Ganadera Agro-Industrial Don Aureliano S.A.

Atendiendo a los antecedentes entre los años 1966 y 1967, Aureliano adquirió de María Elena Uthurraltde Jaeggli,  varias fracciones de terrenos totalizando cerca de 15 hectáreas. La primera compra se hizo en 1966 y la escritura de transferencia fue labrada ante el escribano Manuel Dejesús Carvallo. Luego de 13 meses se concretó la segunda venta, se hizo con el mismo escribano, de acuerdo con los documentos originales del inmueble.

Tras años de trabajo en su propiedad vino el intento de despojo “legal” de casi la mitad del inmueble. Apareció como supuesta dueña Gilda Bordón, la misma que aparece como propietaria de un  inmueble que el senador Alfredo Jaeggli trató de vender al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) en cerca de 6 mil millones de guaraníes, pero fue abortado tras descubrir que el título era falso.

La propiedad de Aureliano, con un título superpuesto y trucho, se le vendió a la empresa “Cruz del Este”,  que sería vinculada a Inmobiliaria del Este S.A.

La transferencia se hizo el 26 de julio de 2005 ante la escribana Julia Graciela Lezcano de Oxilia. Aparecen como vendedores Aníbal Manuel Coronel y  su esposa Leticia María Llano de Figueredo, y en representación de la empresa compradora  aparece Jorge Aníbal Figueredo Fleitas.

En los documentos se puede ver claramente que hay una superposición de títulos, y lo que estaba comprando “Cruz del Este” era en realidad el terreno de Aureliano.

Con ese mismo documento, en base a un título superpuesto y trucho, empleados de la inmobiliaria de Zuccolillo ingresaron a la fuerza al inmueble de Aureliano, derribaron todo lo que había en el lugar inclusive la casa de los cuidadores.

Angelina González, cuya casa fue demolida en algunos minutos con las maquinarias de la citada inmobiliaria, dijo que pidió a los obreros que muestren la orden judicial, pero nunca la exhibieron. “Les pedí un tiempo para sacar mis cosas y no medieron. Tiraron y destruyeron todo”, se lamentó la mujer.

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