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La Administración Nacional de Electricidad (ANDE) apuesta a la red subterránea en algunas ciudades para mejorar la distribución eléctrica en el país. Con esto se evitaría la contaminación visual, cortes permanentes de energía eléctrica, robo con conexiones clandestinas y cables sueltos, que son algunos de los efectos que causan los tendidos eléctricos aéreos en nuestro país. En muchos países de la región, el sistema fue implementado desde hace buen tiempo. El alto costo es uno de los factores que impide optar por este modelo de red.
ASUNCIÓN.- El objetivo es que el servicio brindado a la ciudadanía sea el más óptimo posible, sin cortes, sin pérdidas, sin riesgos y realizando los trabajos pertinentes para lograrlo, ya sea en redes subterráneas o aéreas. Pero por sobre todo, formalizar el sistema, reduciendo la gran cantidad de conexiones clandestinas que abundan en la red de distribución.
Según el sitio web de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), existen más de 32.500 km de redes de media tensión acumulados y 29.506 km de redes de baja tensión en todo el país. Éstas son las líneas que generalmente llegan a los hogares y se encuentran en zonas urbanas, pueden tener cables desnudos o preensamblados.
En la actualidad, la mayor parte de la distribución eléctrica en Asunción, en el área metropolitana y en las principales ciudades del país, es aérea y no subterránea.
Hace unas semanas, la ANDE socializó un proyecto en la zona céntrica de Ciudad del Este, a fin de disminuir paulatinamente el sistema aéreo por líneas subterráneas. El monto de la inversión ronda los G. 6 mil millones.
El Ing. Esteban Cabrera, jefe del Departamento de Distribución de la ANDE, refirió que hay un Plan de Cambio en el que se invertiría cerca de USD 120 millones, en zonas como Puerto Sajonia, Lambaré, Fernando de la Mora, San Lorenzo y Luque.
BENEFICIOS DEL SISTEMA
De acuerdo con las informaciones brindadas por el Ing. Esteban Duarte, para las líneas subterráneas la inversión inicial es muy importante, pero los costos de mantenimiento, disponibilidad de sistema y la seguridad en la provisión, son más convenientes.
“Debemos de pensar a largo plazo, son inversiones importantes que se pueden hacer”, comentó. Posteriormente, refirió que implementar paulatinamente líneas subterráneas de energía eléctrica es totalmente factible teniendo cuenta la experiencia de nuestro país.
“Se evitarían muchos gastos y una de las grandes problemáticas que enfrenta la ANDE, el robo de energía. Con líneas subterráneas nadie podrá conectarse clandestinamente, por las complicaciones de acceso”, añadió.
“Usar cables certificados, con calidad comprobada, testados y ensayados en laboratorios es lo que garantiza también el correcto funcionamiento de las líneas, porque en vano se hará una gran inversión si la calidad del material no es bueno. Traería consecuencias graves que, por dar un ejemplo, la aislación tenga fallas y la línea quede fuera de servicio al poco tiempo”, remarcó.
