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ASUNCIÓN.- El ambiente preelectoral de cara a las internas coloradas del 17 de diciembre está más tranquilo que nunca, a pesar de las “advertencias” de la disidencia, que insiste en que se está gestando un gran fraude para no dar el triunfo a Mario Abdo Benítez. La mayoría entiende que éste no es más que un intento que pretende justificar la derrota que sufrirán los añetete frente al oficialista Santiago Peña.
Es cierto que hasta la campaña más tranquila puede ser enturbiada por pescadores de río revuelto que pretenden instalar la idea del fraude generalizado, mucho antes siquiera de que la gente haya ido a votar. Pero hasta ahora no lo han logrado, y las actividades de todos los precandidatos colorados se desarrollan con relativa tranquilidad.
Esto es importante destacar porque las internas coloradas siempre fueron intensas, y, muchas veces agresivas. No podemos olvidar las campañas que enfrentaron a Luis María Argaña y Juan Carlos Wasmosy, en donde, incluso, hubo agresiones a tiros. O cuando compitieron por la candidatura a la Presidencia de la República, el mismo Argaña y Lino César Oviedo. Justamente de esa última contienda es la confesión del disidente y ahora protector de la Constitución, Juan Carlos Galaverna, quien reconoció hace unos años que él era responsable de que se hubieran alterado los resultados, robando las internas al ex vicepresidente, que fuera asesinado en 1999.
Posiblemente, lo que pretende la disidencia –y no nos extrañaría para nada que Galaverna sea uno de sus ideológicos- es la idea de que volverá a ocurrir lo mismo que en esas elecciones. Por supuesto, Calé está ahora en la vereda de enfrente, así que no puede orquestar ningún fraude aunque ganas no le falten, así que lo que quiere es convencer de que, esta vez, será su candidato la víctima de lo mismo que él le hizo a Argaña.
Lo que queda claro con esto es que, a pesar de las publicitadas encuestas que le dan ganador, Abdo Benítez y su entorno cercano ya saben que perderán las internas, y no están dispuestos a morir sin dar pelea, por lo tanto, desde ahora ya alertan sobre el supuesto fraude que les robará el triunfo. No olvidemos que hace pocos días, el presidenciable añetete había advertido al presidente Horacio Cartes, que “solo muerto impedirán que yo sea presidente de la República”, lo cual no es más que una patoteada de alguien que sabe que va a perder, pero está dispuesto a escupir en la sopa para evitar el triunfo de Peña.
