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El 130 aniversario de la fundación de la Asociación Nacional Republicana está evidentemente teñido de electoralismo, teniendo en cuenta que quedan apenas 3 meses para las internas en las que se elegirán a los candidatos colorados para las elecciones de abril del 2018. Los republicanos deberán escoger entre 2 modelos bien diferentes, uno progresista y el otro con intención de regresar al pasado.
ASUNCIÓN.- No es que el stronismo no haya intentado regresar en estos 28 años transcurridos desde el golpe de Estado, sin embargo, nunca llegó tan lejos como ahora. Si bien es cierto que la mayoría de los que siguen siendo protagonistas en la vida política nacional tuvieron sus orígenes en filas del stronismo, la mayoría de ellos reencauzó el camino y aprendió los códigos de la vida en democracia.
Pero hay otro sector, el duro, el de quienes lo único que quieren es volver a los viejos tiempos, que ahora compite –por primera vez- con candidato propio en unas internas en las que se elegirá a quien representará al partido en las elecciones generales del año próximo.
Esa es la disyuntiva que enfrentará el afiliado colorado el próximo 17 de diciembre, cuando tendrá frente suyo a 2 modelos absolutamente diferentes; el de Santiago Peña, el candidato del oficialismo, claramente progresista y con la promesa de continuar el mismo estilo de gestión iniciado en el 2013 por Horacio Cartes, y que posicionó al país en un puesto de respeto dentro de la comunidad internacional.
El otro modelo, el de Mario Abdo Benítez, es el que pretende el retorno al pasado stronista, ese del que nunca pudieron desprenderse sus representantes más nostálgicos. Y, aunque en algún momento el presidenciable de Colorado Añeteté intentó desprenderse de esa imagen, pretendiendo mostrarse democrático y conciliador, finalmente no pudo negar sus orígenes y terminó mostrando su verdadera cara, la de una persona apegada al pasado, acostumbrada a imponer sus intereses sin importarles los de la mayoría. No olvidemos que una de las primeras cosas que hizo Marito al iniciar su campaña política fue prometer el regreso del clientelismo político, algo creado y perfeccionado durante el régimen al que sirvió su padre por largas décadas.
No hay nucleación política paraguaya con una historia tan rica como la del Partido Colorado. Sus internas siempre son sangrientas y decisivas. Estas lo serán aún más, sobre todo, teniendo en cuenta que lo que se juega el 17 de diciembre es la Presidencia de la República, puesto que es un hecho que quien gane las internas republicanas será el próximo ocupante del Palacio de López.
