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ASUNCIÓN. “Se supone que existió la noche o la madrugada (del asesinato de Rodrigo Quintana) lo que sería un hecho de posible alteración de la escena del crimen, del lugar y la hora en la que, aparentemente, el Ministerio Público no concurrió a la sede del partido (PLRA)”, comenzó diciendo la fiscala Esmilda Álvarez en diálogo con el canal GEN.
La citada representante del Ministerio Público tiene a su cargo la investigación de unos videos divulgados en un canal de televisión, donde se aprecia lo que, de manera casi irrefutable, constituiría efectivamente una alteración de la escena del homicidio de Quintana, a más de una “plantación” de “evidencias”.
El video del PLRA que se ocultó. Fiscal Esmilda Álvarez, investiga si hubo o no alteración.
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Preliminarmente, las personas que participaron en este acto serían Fernando Cáceres, Olga Paredes y Mabel Cantero.
“Esa escena es una escena que no debe ser tocada ni alterada, es una cuestión elemental en lo que es una investigación. Si se llegan a constatar los hechos que estoy mencionado estaríamos frente a figuras penales, porque esa conducta que se observa en esa filmación pareciera que conlleva una serie de situaciones que son absolutamente anormales”, dijo también la fiscala Álvarez.
Agregó que todavía no tuvo acceso al material de referencia, ya que las filmaciones consideradas originales están como pruebas en la causa que investiga el asesinato de Rodrigo Quintana.
“Tengo que acceder a ese material, analizarlo, individualizar a las personas que se mueven en ese contexto. Presenté un oficio para obtener las copias de las evidencias en poder del Juzgado Penal de Garantías”, añadió, puntualizando que el juez de la causa fue recusado y que, hasta que otro magistrado sea designado para la misma, no podrá acceder a esos elementos.
“Cuando termine la investigación, si se confirma la alteración de la escena del crimen se podría tener una frustración de la persecución penal. Y de ahí se podrían derivar otros hechos punibles”, finalizó la fiscala Álvarez.
El abogado Víctor Raúl Estigarribia, defensor del suboficial Gustavo Florentín, este último acusado de asesinar a Rodrigo Quintana, sostiene que su defendido es inocente.
