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ASUNCIÓN. A diferencia del Senado, en donde no se necesitó ninguna ley que reglamente la pérdida de investidura para que fueran expulsados de la cámara 3 integrantes, en Diputados la cuestión está mucho más trabada ya que, según reconoce el presidente, Pedro Alliana, ningún pedido tendrá los votos necesarios para sacar a un legislador de su banca.

El titular aclara que la intención no es blindar en sus bancas a quienes enfrentan graves denuncias, sino, sencillamente, que los diputados exigen que haya primero una reglamentación al artículo constitucional que establece la pérdida de investidura, antes de aplicarla a alguno de sus miembros.

Hasta aquí la cosa parece tener hasta cierta lógica. El grave problema es que los dos intentos de hacer una ley reglamentaria tuvieron los vetos correspondientes y las cámaras no pudieron ratificarse en su sanción para rechazar las objeciones del Ejecutivo, porque los mismos legisladores no están convencidos sobre la conveniencia del tema.

Todo el problema reside en el tema de las mayorías. De acuerdo a la Constitución, esta deberá ser simple y no calificada, algo a lo que se resisten senadores y diputados, aunque los primeros no tienen ningún problema en aplicarla cuando se trata de juzgar a sus miembros y sacarles la banca. Pero no quieren que en una ley se establezca que la mitad más uno de los presentes podrá echar a un legislador.

Así que esto se convierte en un autoblindaje, porque no hay forma de aprobar una ley reglamentaria, y ningún diputado perderá su banca mientras no haya una ley reglamentaria. Tal como están las cosas, pareciera ser que la única solución es convocar a una Constituyente que modifique el texto del artículo 201 y disponga la mayoría calificada que se requerirá para sacar la vestidura a un senador o diputado.

Mientras esto no ocurra, los grandes beneficiados de esta situación son los diputados Carlos Portillo, Ulises Quintana y Tomás Rivas, quienes, si hubieran sido senadores, posiblemente ya estarían fuera del Congreso, siempre y cuando no gozaran de la protección de la mayoría.