ASUNCIÓN- La autopsia realizada al cuerpo de Andrea Marlene Guerrero, de 36 años, confirmó que su muerte fue resultado de un doble mecanismo mortal: asfixia y traumatismo craneoencefálico grave. Este caso de feminicidio, ocurrido en el barrio Reducto de San Lorenzo, es el primero registrado en 2025.
El médico forense Pablo Lemir detalló que la víctima sufrió una asfixia por obstrucción de la vía respiratoria, producto de una toalla introducida en la boca en medio de un intento defensivo. Además, presentó lesiones en la cabeza que le provocaron una hemorragia cerebral debido a un traumatismo craneoencefálico, posiblemente ocasionado por un golpe con objeto contundente o una caída. “Se trató de una muerte agónica de minutos”, explicó Lemir en declaraciones a medios capitalinos.
El principal sospechoso es su pareja, Édgar Candia, quien enfrenta una imputación por feminicidio y se encuentra con prisión preventiva. Candia había sido denunciado previamente por violencia en dos ocasiones. Tras cometer el crimen, llamó a un policía y confesó el hecho, aunque luego se abstuvo de declarar ante la Fiscalía.
La pareja tenía cuatro hijos en común, de 16, 15, 13 y 5 años. El mayor vivía con sus abuelos debido a conflictos con el padre. Este adolescente, actualmente privado de libertad tras una denuncia de su progenitor por violencia familiar, habría actuado en defensa de su madre, según la familia.
La fiscala Dora Nohl solicitó la prisión preventiva del acusado y está a cargo de las investigaciones. El juez penal de garantías Juan Francisco Recalde decidirá las medidas correspondientes.