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BRASILIA, D.F. El presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, ha afirmado que “no sentiría nada” si se infectara con el coronavirus y se esforzó por contener la enfermedad con cuarentenas a gran escala cuando las dos ciudades más grandes de su país se encerraron en un intento desesperado por salvar vidas.
En un discurso televisado a la nación el martes por la noche, Bolsonaro criticó lo que calificó de tácticas de “tierra arrasada” económicamente dañinas que se utilizan para frenar el avance de una enfermedad que ahora se ha cobrado unas 15.000 vidas en todo el mundo.
“El virus ha llegado y estamos luchando contra él y pronto pasará”, afirmó Bolsonaro, quien enfrenta una creciente reacción violenta en Brasil por rechazar repetidamente el coronavirus como una “fantasía” y un “truco” mediático.
Las declaraciones incendiarias de Bolsonaro se produjeron cuando tanto Río de Janeiro como São Paulo fueron bloqueadas parcialmente por autoridades municipales y estatales que temen una explosión de casos en los próximos días.
João Doria, el gobernador de São Paulo, el estado económicamente más importante y poblado de Brasil, ha declarado un período de cuarentena de 15 días que afecta a unos 46 millones de los 210 millones de ciudadanos de Brasil.
Mientras tanto, el alcalde de Río, Marcello Crivella, ordenó un cierre indefinido del comercio y las escuelas de esa ciudad con el gobernador del estado de Río, Wilson Witzel, que también introdujo medidas drásticas para contrarrestar el coronavirus.
Pero en su discurso de cinco minutos, que provocó fuertes protestas tanto en Río como en São Paulo, Bolsonaro criticó esos pasos y atacó a los medios de comunicación por difundir un “sentimiento de temor” entre la población al informar sobre el número de muertos en Italia.
“Nuestras vidas tienen que continuar. Los empleos deben mantenerse … debemos, sí, volver a la normalidad “, dijo Bolsonaro cuando los funcionarios de salud de su gobierno anunciaron que el número de muertes en Brasil había aumentado a 46 con más de 2.200 casos.
“Un pequeño número de autoridades estatales y municipales deben abandonar sus ideas de tierra quemada: la prohibición del transporte público, el cierre del comercio y el confinamiento masivo”, dijo Bolsonaro.
“Lo que está sucediendo en todo el mundo ha demostrado que el grupo en riesgo son los mayores de 60 años. Entonces, ¿por qué cerrar las escuelas? … El noventa por ciento de nosotros no mostraremos signos [de infección] si estamos infectados “.
El martes se especuló cada vez más que el propio Bolsonaro pudo haber sido infectado con coronavirus en medio de informes de que un hospital militar donde se había examinado al presidente de Brasil había retenido dos nombres de una lista de casos positivos por razones de “secreto”.
Esos informes habían desencadenado rumores de que Bolsonaro usaría su dirección para confirmar un diagnóstico positivo. En cambio, le dijo a los ciudadanos: “En mi caso particular, debido a mi pasado como atleta, no tendría que preocuparme si el virus me infectara. No sentiría nada o, en el peor de los casos, sería como un poco de gripe o un resfriado “.
El discurso cayó mal en muchos críticos de Bolsonaro que creen que su respuesta al coronavirus será el final de su carrera política.
“El primer suicidio político transmitido en vivo por radio y televisión nacional”, tuiteó Ricardo Noblat, un destacado periodista brasileño.
Brian Winter, editor en jefe de Americas Quarterly, tuiteó: “Oren por Brasil”.
Fuente: Tom Phillps, The Guardian
