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La mafia que se instaló y está creciendo en la frontera entre Paraguay y Brasil, es manejado por brasileños desde el país vecino. Las organizaciones criminales salieron de las grandes urbes para instalar sus bases en la zona fronteriza y desde estos puntos manejan actividades ilegales como el tráfico de drogas, armas y el contrabando. Autoridades brasileñas indicaron que supuestamente están preocupados por el avance de los grupos de criminales, pero se olvidan dónde está el origen.
CIUDAD DEL ESTE.- El ministro de Defensa del Brasil, Raul Jungmann, durante su visita a Foz de Yguazú, la semana pasada, dijo que le preocupa el poder de juego y el avance de la mafia en la frontera brasileño-paraguayo.
El secretario de seguridad pública de Río de Janeiro, José Mariano Beltrame, dijo que la muerte del narco, Jorge Rafaat Toumani, desató una guerra entre gavillas que podría internarse al territorio brasileño.
Es verdad que la mafia se está fortaleciendo en la frontera entre Paraguay y Brasil, y que está creciendo. Pero la misma es manejada, y la mayor parte de sus integrantes, son brasileños. En el caso de Pedro Juan Caballero, el Primer Comando Capital (PCC) se inició en las cárceles del Estado de São Paulo, se expandió por el Brasil y luego llegó a Paraguay y Bolivia.
Son las autoridades brasileños quienes permiten que los líderes de grupo, encabezado por Marcos Willians Herbas Camacho, alías Marcola, sigan manejando las actividades ilegales del grupo.
Fue el propio Marcola quien dispuso que sean ellos mismos que manejen el negocio del tráfico en la frontera entre Paraguay y Brasil. Las drogas vienen desde Bolivia, Perú y Colombia.
El asesinato de Jorge Rafaat Toumani, o el “rey de la frontera” como era conocido en el país vecino, fue orquestado por el PCC, esto lo ha afirmado el propio secretario de seguridad del Estado de Río de Janeiro, y el juez, Odilón de Oliveira, quien condenó a 47 años de cárcel al ahora fallecido “Sadam” Toumani.
El ataque en el que fue muerto el capo mafioso de Pedro Juan Caballero fue organizado y ejecutado por brasileños.
En los documentos del Ministerio Público Federal del Brasil existen evidencias de que el PCC decidió instalar sus bases en la frontera brasileña con el Paraguay y Bolivia, para manejar directamente el negocio del tráfico de armas y drogas, y así obtener más ganancias.
Pero el PCC no es la única facción criminal que se está expandiendo a hacia las fronteras en Brasil. Está igualmente el Comando Vermelho (CV). Este grupo es de las favelas de Río de Janeiro.
Inclusive se temía que haya una guerra entre el CV y el PCC en la zona fronteriza entre Ciudad del Este y Foz de Yguazú. Esto luego del asesinato de Ayres de Moura, más conocido como “Berne”, quien fue ejecutado en pleno centro de Foz.
Berne habría estado vinculado al CV y los autores del hecho serían del PCC. El hecho tenía relación al tráfico de drogas por el río Paraná.
