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ASUNCIÓN. Tanto el obispo de la diócesis de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, como el viceministro de Rectoría y Vigilancia de la Salud, doctor Julio Rolón, coincidieron en declarar que la peregrinación de este año a Caacupé será muy diferente a la tradicional muestra de fe de los paraguayos.

“Las peregrinaciones grandes serán suspendidas, indígenas, jóvenes, laicos, los ciclistas. Las peregrinaciones pequeñas estarán permitidas, pero todo con previo agendamiento, niños menores de 12 años y adultos mayores de 70 años no podrán venir”, señaló Valenzuela en diálogo con la 730 AM.

Añadió que entiende que suspender la fiesta de Caacupé es prácticamente imposible, pero están dialogando para que se permitan 1.000 fieles en la explanada de la Basílica cordillerana.

“Todo estará controlado, se está trabajando en ello. Queremos implementar la salida de la Virgen para que ella haga una peregrinación, que recorra durante 8 a 10 meses, creo que eso podrá ayudar “, añadió el prelado.

“En reuniones previas, el equipo ha conversado sobre reglamentar la festividad, no algo negativo, sino conciencia, grupos que no vendrían”, señaló por su parte el doctor Rolón, también en una conversación con la 730 AM.

“Tenemos un protocolo que es un borrador, puede ser modificado. La doctora Adriana Amarilla vendrá y se instalará un mes para ver la situación”, agregó el alto funcionario.

Otro aspecto que abordó Rolón fue el de las últimas aglomeraciones de personas registradas en locales gastronómicos. Dijo directamente que quienes pagarán las consecuencias serán los ancianos y que es probable que recién ahí los jóvenes “se cuestionen lo que hicieron”.