ADN Digital
Artículos relacionados
Hoy es el segundo día del novenario a la Virgen de Caacupé, y la misa central estuvo a cargo del obispo de San Lorenzo, monseñor Joaquín Robledo, quien reflexionó sobre el tema “La paz, la justicia y la comunión, como signos de esperanza”.
El novenario de este año tiene el lema: “La esperanza no defrauda”, y, en su homilía, el oficiante pidió a los fieles trabajar por la paz, la justicia y la comunión “en un contexto social desafiante”.
Según Robledo, la paz no es solo la ausencia de conflictos, sino una tarea permanente. Es urgente la necesidad de paz en un país donde la violencia sigue afectando a las comunidades vulnerables.
Según un informe reciente de la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA), entre 2022 y 2024 desaparecieron 2.621 niños y adolescentes en Paraguay, un dato alarmante que exige acciones concretas.
“La paz empieza en el hogar, en las familias, y se extiende a toda la sociedad. No podemos quedarnos indiferentes ante estos hechos que claman al cielo. Es nuestra responsabilidad fomentar una cultura de cuidado y respeto, especialmente hacia los más vulnerables”, expresó el Obispo.
Habló de aliviar las injusticias que hieren profundamente a la sociedad, desde la corrupción hasta el abuso de poder y la exclusión de los pueblos indígenas. Robledo citó el Concilio Vaticano II al afirmar: “La paz es obra de la justicia”, e instó a los fieles a trabajar por una justicia social que promueva la equidad y la fraternidad cristiana.
“La corrupción y la indiferencia son barreras para el Reino de Dios. La esperanza nos llama a derribar estas estructuras de pecado y construir una sociedad más justa y solidaria”, añadió.
Manifestó que “hemos visto signos de esperanza en quienes defienden la vida, cuidan el medio ambiente o se solidarizan con los más necesitados. Estas acciones reflejan la esencia del Evangelio y la misión de la Iglesia”.
