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Un militar y dos civiles sospechados de estar implicados en el asesinato del sargento Pedro Riveros Rojas, fueron detenidos por los investigadores. Fue luego de una seguidilla de diligencias realizadas hasta la ubicación del aparato celular que le robaron a la víctima. Las armas no fueron encontradas, puesto que fueron comercializadas en el mercado negro, según confesó el supuesto autor.
CAAGUAZÚ.- Se trata del sargento 1º de Infantería Marcelino Delvalle Cantero, quien fue privado de su libertad en la tarde del viernes, luego de encontrarse en su poder el aparato celular de Riveros Rojas. El artefacto desapareció junto a dos fusiles.
Igualmente fueron aprehendidos Luis Alberto Villalba Cantero y Carlos Aguilera Cano. Fue luego de que los investigadores constataran que el artefacto que pertenecía a Pedro Riveros fue activado con otra línea telefónica.
Mediante rastreos, los intervinientes llegaron inicialmente a una mujer, quien manifestó que el celular le regaló su marido Luis Alberto. Los efectivos policiales indagaron al hombre, quien indicó que adquirió de un amigo que resultó ser Carlos Aguilera. Este último comentó que compró por G. 100.000 de su excamarada del cuartel a quien identificó como Marcelino Delvalle Cantero.
El operativo que terminó con la detención de los indiciados fue realizado por efectivos policiales del Departamento Antisecuestro de la Policía Nacional. El aparato celular en cuestión había desaparecido junto a dos fusiles M16 del Ejército, que estaba en poder del ahora fallecido.
Las armas fueron vendidas por un valor de US$ 10.000 cada una, según comentó el supuesto autor, quien habría secuestrado y ejecutado al militar para despojarlos de sus las armas mencionadas, con la finalidad de negociarlas.
Riveros Rojas fue encontrado muerto el miércoles pasado, con un disparo en la cabeza. Su cadáver encontró un agricultor de la localidad de Campo 9, departamento de Caaguazú. El médico forense Pablo Lemir confirmó que la víctima fue ejecutada.
Riveros Rojas se desempeñaba como custodio del Banco Nacional de Fomento (BNF), de Caaguazú, donde el fin de semana pasado debía presentarse, sin embargo desapareció.
