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¡Calor y contaminación!

En estos últimos meses parece que gran parte de las iras del universo se han ensañado contra los paraguayos y encima de todo sobrevivimos agobiados por el tremendo calor que sofoca, que no da respiro y cuando parece que va a llegar un alivio…¡zaz!, se corta la luz y nos vuelve a faltar el aire y todo se vuelve cada vez más desesperante. Los cortes de energía eléctrica en este tiempo son casi como el dengue, todo el mundo ya los ha experimentado. Desde los barrios “chuchis”, hasta la periferia, en realidad, este drama no conoce status ni clases sociales.

Para colmo de  males, la ira social por este asunto se torna en indignación cuando el titular de la ANDE, Pedro Ferreira, culpa a la ciudadanía del colapso del sistema debido al “uso excesivo de aparatos de aire acondicionado”. Habráse visto desubicado, por decir lo menos, en lugar de remangarse y ponerse a solucionar definitivamente las tremendas deficiencias del ente.

Pero, las “calderas del diablo” en las que se han convertido nuestras ciudades, no es el único de nuestros contratiempos.

Para ponernos en positivo recordamos el fenomenal esfuerzo de planificación y financiamiento que hizo el gobierno anterior, el de Horacio Cartes, para empezar de una vez por todas a solucionar el problema de la falta de alcantarillado sanitario en el área metropolitana. Otro drama que nos aqueja y que lo contamina todo, ríos, lagos, arroyos, todo lo que hay y que se siente con toda intensidad en esta época donde el calor aprieta y dan ganas de pegarse un chapuzón en cualquier fuente de agua fresca cercana. No hay más remedio hoy día, que arriesgarse a una intoxicación con los famosos coliformes fecales.

El gobierno actual recogió el guante y hace un par de semanas se está trabajando en tres frentes de avance en la zona metropolitana de Asunción, poniendo los ductos y canalizadores de las tan perjudiciales “aguas negras”. Es el camino correcto, las ciudades explotan de gente y los servicios sanitarios simplemente no existen, o son obsoletos o no dan abasto.

Estas obras deben marchar al máximo ritmo, ser ampliadas y no admitir ningún tipo de interrupciones por la famosa falta de financiamiento.

El alcantarillado sanitario es vital para un pueblo sano y como los cortes de luz de la ANDE, tampoco discriminan, las precariedades en este ámbito afectan por igual a ricos y pobres

Allí está el caso de San Bernardino, la señorial ciudad veraniega del país y que tradicionalmente era visitada por miles de paraguayos ávidos de darse un chapuzón en las aguas del “Lago azul de Ypacaraí” y que hoy deben buscar otras alternativas porque nuestro famoso espejo de agua  es un letal contenedor de basura de todo tipo, especialmente de los efluentes que parten de las lujosas viviendas que lo circundan.

Hay datos ciertos de que el 80% de los coliformes fecales que contaminan el lago provienen de los efluentes de las residencias. Y uno esperaría que por su nivel social, estos propietarios tengan más conciencia del tremendo daño ambiental que están causando y tomen medidas para evitar la contaminación. Pero no, no les importa…que se ocupen de ello las autoridades nacionales y la Municipalidad. Y así nos va.

El calor depende del Creador. Aliviarlo a la ANDE, que no cumple. El alcantarillado sanitario corresponde al Gobierno, a los municipios, pero también a nosotros, a la gente, al pueblo. No es posible que lo contaminemos todo con nuestra basura, con nuestra inconsciencia.

Mientras sigamos siendo un pueblo de “puercos”, nuestra maravillosa naturaleza seguirá resintiéndose, hasta que un día dirá basta, pero ya será demasiado tarde.

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