CIUDAD DE MÉXICO. Las autoridades estadounidenses admitieron que los cárteles mexicanos están traficando metanfetamina (también conocida como cristal, ice, hielo, cricko, cristo, foco o simplemente meth) a niveles históricos.
De acuerdo con Stratfor, una empresa privada especializada en inteligencia y espionaje, los decomisos en la frontera de esta droga aumentaron 255% en un período de cinco años. Según datos oficiales, en 2012 se incautaron cerca de 8,400 kilogramos; pero en 2017 los decomisos superaron los 30,081 kg.
En los últimos años el narco mexicano ha encontrado un negocio rentable en la metanfetamina. Encontraron el modo de venderla barata y con buena potencia.
“La metanfetamina que están produciendo en México es mucho más fuerte y potente que la de EE.UU.”, explicó Scott Stewart, vicepresidente de Stratfor.
Los métodos que utilizan los cárteles para cruzar la droga por la frontera son variados. Desde drones, aviones e incluso métodos más “artesanales” como disfrazada en botellas de fluidos de limpieza, alimentos, neumáticos y hasta estatuas.
“Realmente son muy ingeniosos para burlar los controles de la frontera”, admitió Stewart.
Según Stratfor, el 97 por ciento de la metanfetamina que entra desde México a Estados Unidos lo hace por el lado suroeste de la frontera. Desde una parte de Chihuahua, pasando por todo Sonora y Baja California, la metanfetamina cruza los límites fronterizos de México con EE.UU.
Scott Stewart, quien también fue oficial de inteligencia táctica del ejército estadounidense, atribuye este aumento a la aparición de nuevos cárteles “pequeños” en México, ya que cada uno busca por su propia cuenta llevarse “una rebanada del pastel”.