Hugo Sosa Pasmor, juez interino.
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Caso audios: Se teme cadena de inhibiciones

Mientras se aguarda la decisión de la Cámara de Apelaciones sobre la nulidad del proceso, planteada por las defensas de 4 de los imputados por el pinchazo telefónico en el Jurado de Enjuiciamiento, empiezan los cambios de jueces, ya sea por recusación, inhibición o “enfermedad”. Todo esto hace que el proceso esté paralizado y se teme una cadena de inhibiciones.

Lici Sánchez, jueza penal de Garantías.
Lici Sánchez, jueza penal de Garantías.

ASUNCIÓN.- En este momento, por sorteo, la jueza penal de Garantías Lici Sánchez quedó a cargo del caso que investiga las conversaciones telefónicas obtenidas a través de un pinchazo y que demostrarían la existencia de tráfico de influencias a partir del JEM.

El juez original de la causa es Óscar Delgado, quien estuvo de vacaciones durante las 2 primeras semanas del mes de enero, por lo que tomó las riendas su reemplazante, Hugo Sosa Pasmor, quien había convocado a audiencia de imposición de medidas y rechazado todos los incidentes presentados por la defensa de Óscar González Daher, Jorge Oviedo Matto, Raúl Fernández Lippmann (ya en Tacumbú), Carmelo Caballero y Rubén Silva.

Los 5 están imputados por la Fiscalía por varios delitos, que van desde el tráfico de influencias al cohecho pasivo, pasando por el enriquecimiento ilícito y el lavado de dinero.

La audiencia convocada por Sosa Pasmor tuvo que suspenderse ya que, aunque él rechazó los incidentes, una cámara de Apelaciones debe confirmar la decisión. Mientras la parte acusadora está paralizada por estos trámites, la defensa actúa sin descanso y, la abogada de González Daher, Sara Parquet, recusó al magistrado y lo apartó del caso.

Óscar Delgado, juez original de la causa.
Óscar Delgado, juez original de la causa.

Claro que esto no habría sido grave puesto que el juez natural, Delgado, debía retomar sus funciones mañana, pero he aquí que presentó un reposo de 2 meses, hasta mediados de marzo. Ante esto, con Sosa Pasmor recusado y Delgado enfermo, la causa cayó en el juzgado de Gustavo Amarilla, quien ya tomó intervención en el caso puesto que fue quien decretó la prisión de Fernández Lippmann en Tacumbú.

Pero esta vez no hubo caso de que aceptara la pelota y se inhibió con la excusa de que en una de sus secretarías trabaja un hijo de Álvaro Arias, abogado defensor de Fernández Lippmann. Lo extraño es que esto no fue motivo ni de su inhibición ni de una recusación cuando decidió la prisión preventiva en Tacumbú del cliente de Arias.

Por sorteo, ahora el caso está en manos de Sánchez, quien apenas se empezará a empapar del expediente. De todos modos, hasta que la Cámara de Apelaciones no se expida sobre los incidentes que pretenden la anulación de las imputaciones, no habrá nuevos trámites en la causa.

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