ADN Digital
Artículos relacionados
Luego de casi siete años de espera, la justicia condenó al suboficial Gustavo Adolfo Florentín Silva a 24 años de prisión por el asesinato del dirigente juvenil Rodrigo Quintana. El hecho ocurrió el 31 de marzo de 2017, durante una violenta incursión policial en la sede del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), en Asunción.
El fallo fue emitido por el Tribunal de Sentencia presidido por la jueza Lourdes Garcete e integrado por Manuel Aguirre y Rossana Maldonado. Tras semanas de juicio oral y público, los magistrados concluyeron que Florentín actuó con dolo al ingresar a la sede partidaria, romper la puerta principal y disparar su escopeta de forma directa contra Quintana, quien recibió nueve proyectiles por la espalda.
Según el relato de la jueza Garcete durante la lectura de sentencia, los perdigones perforaron órganos vitales, incluidos los pulmones, y provocaron un colapso respiratorio por neumotórax. La víctima murió de forma inmediata en el lugar. “Florentín no solo disparó, sino que tras ver al joven caído, lo pisó y lo dejó abandonado”, expresó la magistrada.
El suboficial es el único procesado y condenado por el homicidio, pese a que el operativo policial involucró a varios agentes y fue cuestionado desde sus inicios por el uso excesivo de la fuerza. La actuación policial se produjo en medio de una noche de tensión política y protestas tras la aprobación en el Senado de un proyecto para habilitar la reelección presidencial.
Tras la sentencia, el abogado defensor Ricardo Estigarribia sostuvo que el juicio no ofreció garantías al acusado y que no se identificó con certeza el arma homicida. “No se valoró todo el contexto de lo ocurrido esa madrugada. Con esta condena se demuestra que los uniformados no tienen respaldo institucional”, manifestó.
