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ASUNCIÓN. Prepotente y patotero como siempre, el titular del PLRA, Efraín Alegre, pensó que en la audiencia de imposición de medidas ante la jueza Cynthia Lovera podía armar el show al que está acostumbrado, con la bandera paraguaya al cuello y acompañado de sus hijos y unos pocos seguidores.

Sin embargo, se encontró con la rectitud de la magistrada, que le exigió que se sacara la bandera y ante su desobediencia propinó algunos martillazos hasta que logró que el imputado respetara su decisión. Es obvio que a Efraín le cuesta entender que no es más que un ciudadano común, que debe acatar las normas vigentes, como cualquier hijo de vecino.

Como ya es habitual, antes del inicio de la audiencia, culpó al expresidente Horacio Cartes por todos sus males, asegurando que “l as instituciones están secuestradas por la mafia, por el dinero negro, por el jefe del crimen organizado transnacional, investigado por la Justicia brasileña, Luis Horacio Cartes Jara. Él con su dinero y el crimen organizado compra la mayoría del Congreso”.

Lo que parece olvidar es que su problema no es con Cartes sino con la Justicia, ya que su imputación es por falsificación de documentos, ante denuncias de que habría causado un perjuicio de unos 1.700 millones de guaraníes al Partido Liberal Radical Auténtico.

Algo que nos vemos en la necesidad de recordarle a Efraín es que cuando se realizó su imputación, prometió que exigiría a la magistrada que decrete su prisión preventiva, porque no teme las investigaciones. Esperemos que cumpla.