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ASUNCIÓN.- El robo de energía es uno de los principales motivos de fuga de dinero de la ANDE. Parte del proyecto es minimizar el problema que arrastra de hace varios años sin que se pueda encontrar una solución.
Está en permanente debate la posibilidad de incrementar el precio de la energía para el uso domiciliario; sin embargo existen cálculos que indican innecesario el aumento de la tarifa si es que se logran dos ítems: el de reordenar cuestiones administrativas y el de reducir al mínimo el robo de energía. Estos planteamientos permitirían aumentar ingresos en un 15% sin necesidad de modificar la tarifa.
Un último informe pericial destaca que la compañía puede el 20% de energía en la transmisión y cerca del 6% en el robo con instalaciones domiciliarias. Buena parte de estos robos se verifican en asentamientos rurales, cuyo control escapa a la ANDE y tampoco cuenta con apoyo de la Fiscalía en el seguimiento de sanción a los responsables.
Estas pérdidas representarían entre US$ 30 millones y US$ 40 millones al año; solo en el caso de las conexiones clandestinas.
En las irregularidades que se buscan resolver está la morosidad del Estado por el uso de energía. Si bien desde este se puso en marcha un plan de recuperación de la deuda; todavía restan montos elevados y de lenta recuperación.
El ejercicio financiero 2013 –uno de los años de mayor demanda de energía- la deuda acumulada por entes del Estado ascendió a G. 472.000 millones. Hasta finales de 2014, existía una deuda flotante de US$ 150 millones que de cobrarse la situación financiera de la compañía de luz no atravesaría por apremios.
El presidente Horacio Cartes descomprimió una serie de reclamos de los trabajadores de ANDE que exigían aumentos de beneficios que obligaban a aumentar tarifas. El jefe de Estado instruyó que se busquen otros mecanismos de negociación que no recaigan en la economía del usuario.
