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ASUNCIÓN. En su última sesión en el período correspondiente al receso parlamentario, la Comisión Permanente del Congreso aprobó, en pleno y sobre tablas, el proyecto de declaración presentado por el presidente del senado, el liberal Blas Llano, para pedir al presidente Mario Abdo que, desde el Poder Ejecutivo se tomen las medidas necesarias, no sólo para prevenir el ingreso del coronavirus al país, sino también para eventualmente contener su propagación si lamentablemente el “regalo chino” llegara a instalarse en suelo guaraní.
La citada declaración en su Artículo 1° “insta al Poder Ejecutivo y demás autoridades a impulsar sistemas de control y mecanismos necesarios para proteger la salud, y prevenir la propagación en nuestro país de la enfermedad coronavirus (COVID-19), que actualmente se encuentra en expansión a nivel mundial.”
Esta declaración de los parlamentarios llega un día después de que el propio Ministerio de Salud Pública haya difundido en un comunicado que ciudadanos chinos ingresaron al país en los últimos días. Sin embargo, las autoridades sanitarias no precisaron los puntos de ingreso de los extranjeros, ni adonde se habrían dirigido estas personas. Aunque aseguraron que están bajo seguimiento según lo indica un “protocolo”, sobre el cual tampoco entraron en detalles.
Lo que sí dieron a entender es que el mentado protocolo consistiría en exigir incluso a los paraguayos, su pasaporte al momento de entrar al país y de preguntarles qué ciudades visitaron.
En la víspera, ante esta noticia, en redes sociales, los internautas reaccionaron ásperamente exigiendo al Gobierno que actúe con la rigurosidad que el caso demanda. Incluso hubo gente que pidió la salida del ministro de Salud, Julio Mazzoleni.
Con 2700 víctimas fatales y 77.000 personas contagiadas en China, y más de 40 muertos y casi 3.000 infectados en el resto del mundo, en más de 20 países, la aprensión de los internautas y la última declaración del congreso es lo mínimo que se podría esperar ante esta situación de extremo peligro.
La propia Organización Mundial de la Salud admitió que teme que el coronavirus se convierta en una pandemia consecuencias difíciles de predecir.
