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PRESIDENTE FRANCO.- Los consumidores de esta parte del país, se encuentran totalmente desamparados por las autoridades que tienen la misión de controlar los productos de consumo, en especial alimenticios, que son comercializados a la población.
Las oficinas de Defensa del Consumidor, tanto de este municipio, como de Ciudad del Este, que dependen de las municipalidades, prácticamente pasan inadvertidas en cuanto a presencia y trabajo, porque no existen controles rutinarios o de oficios a los comercios. En muchas de las ocasiones, afirman que “necesitan” una denuncia para poder movilizarse, mientras tanto, los infractores pueden continuar estafando y hasta intoxicando a los consumidores, debido a sus pésimas instalaciones y sus operaciones totalmente ilegales.
Un claro ejemplo, es la comercialización del agua, supuestamente potable, que realizan varias firmas, tanto en Ciudad del Este, como en Presidente Franco. Muchas de ellas, no están habilitadas por el organismo rector, el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN), dependiente del ministerio de Salud Pública. En síntesis, operan ilegalmente por lo que sus productos, en este caso el agua, no cuentan con las certificaciones sanitarias correspondientes para el consumo humano.
Semanas atrás, funcionarios de la INAN, realizaron una corta verificación a algunas empresas aguateras, a las que se les prohibió seguir vendiendo agua en bidones, hasta tanto regularicen su situación. Pero, como el operativo fue muy tímido, al cabo de unas horas, continuaron la venta del vital líquido, como si no hubiera pasado nada.
Nadie los controla, y los dueños de estas firmas fantasmas, siguen operando campantemente, sin ningún tipo de control, como así también compitiendo deslealmente con las empresas legalmente constituidas.
