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ASUNCIÓN. Desde que el jueves pasado el Consejo de la Magistratura dio a conocer la terna de candidatos a fiscal general del Estado, se inició una polémica que fue creciendo de tono, aunque ninguna postura sorprende, ya que disidentes colorados y sectores de la oposición critican los nombres, mientras que los oficialistas y sus aliados consideran que los ternados son capaces y solventes.
Uno de los nombres que más sorprendió a algunos sectores es el del actual titular del Ministerio Público, Javier Díaz Verón, quien fue elegido para integrar la terna aunque hasta el final no se lo había mencionado. Aunque tampoco las otras 2 ternadas, las fiscalas María Victoria Acuña y Sandra Quiñónez se quedan muy atrás a la hora de recibir críticas por sus supuestos vínculos políticos, aunque otros insisten en que los 3 están entre los mejores que se postularon para el cargo.
Según los sectores que están permanentemente buscando atacar al gobierno, la mano de Cartes –cuándo no- estuvo detrás de la conformación de la terna, puesto que, dicen, él maneja a su antojo al Consejo de la Magistratura luego de que se cambiara a los representantes del Senado y Diputados en el colegiado.
Como es el presidente el que debe elegir al nuevo fiscal de la terna que le remite el CM, muchos creen que Cartes presionó para que figure Díaz Verón, supuestamente porque será el elegido para el “rekutú”. Pero esto no es garantía de nada puesto que el Senado debe prestar su acuerdo para que quede oficialmente designado el alto funcionario del Ministerio Público, aunque esto no tendría mayor inconveniente puesto que solo se necesita mayoría simple de votos (mitad más uno de los presentes).
Hay algunos, como el diputado disidente Julio Javier Ríos, que piensan que la elección de la terna es nula porque la designación de los nuevos representantes de las cámaras del Congreso se hizo de manera inconstitucional. Su opinión no debe tener mucho peso, puesto que él es directamente afectado por el cambio realizado en la Cámara Baja.
Desde que reciba la terna remitida por el consejo, Cartes tendrá 30 días de plazo para elegir al nuevo fiscal, así que es de imaginar que durante todo este tiempo seguirán las críticas y alabanzas a los designados.
